A un paso de España los turistas huyen de las playas por los desorbitantes precios de las sombrillas y tumbonas
Los precios y el calor empujan a turistas a lugares más frescos.

En España, cuando aprieta el calor muchos buscan alivio en la costa, donde la playa sigue siendo el refugio habitual para refrescarse, pasar el día en familia y escapar del asfalto urbano. Pero esa opción no es igual de accesible para todos los europeos: en países como Italia buena parte del litoral está privatizado, por lo que acceder a una franja de arena con servicios a menudo implica alquilar sombrillas y tumbonas a precios elevados.
Según el Observatorio de las asociaciones de gestores de las playas Assobalneari-Confcommercio, julio registró una caída aproximada del 15% en la afluencia de visitantes respecto al mismo mes del año anterior, un retroceso atribuido en gran medida al encarecimiento de los servicios en las playas italianas y al fatigante calor que empuja a la gente hacia lugares más frescos.
La privatización de gran parte del litoral agrava la sensación de inaccesibilidad: casi la mitad de las playas italianas están explotadas por concesionarios que obligan al usuario a alquilar tumbonas y sombrillas. Este modelo cuesta una media de 150 euros por familia, según el último informe de Altroconsumo, donde además se establece que el precio medio de una sombrilla y dos tumbonas los fines de semana oscila entre 32 y 35 euros al día.
De playa a montaña
Todo ello contribuye a que pasar un día en la playa sea un gasto considerable para muchas familias que igual antes se lo podían permitir y ahora comienzan a no poder. Un análisis de 213 balnearios de la costa italiana que publica Altroconsumo de forma anual muestra un incremento medio del 5% en el precio respecto a 2024 y un encarecimiento acumulado del 17% desde 2021.
Como consecuencia, muchas familias están renunciando a la costa y optando por los destinos de montaña. El informe "Vacaciones de verano de los italianos en la montaña" publicado por el diario Il Sole-24 Ore estima un crecimiento significativo en las pernoctaciones y visitas, con más de 6,8 millones, lo que se traduce en un 4,8% más que en el verano de 2024. Hoteles y alojamientos en zonas como Cortina, Rocca Pietore y los Dolomitas describen una temporada muy buena.

El cambio de tendencia se aprecia también por regiones: en Emilia-Romaña y en la Toscana se han registrado descensos en la llegada de visitantes y en las pernoctaciones en algunos meses del verano, y en Lacio las playas cierran la semana vacías salvo algunos picos del fin de semana, con localidades como Tarquinia, Santa Severa y Santa Marinella mostrando señales preocupantes para los comerciantes locales.
Además del coste directo de la playa, los turistas se refieren al aumento de los gastos en transporte y restauración como factores que les empujan a buscar alternativas más económicas. Si la tendencia se consolida, este verano podría quedar marcado como el punto de inflexión en el que una parte del turismo italiano volvió a mirar hacia el interior del país para huir tanto del calor como de los altos precios de la sombrilla en la playa.
