Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
El rincón de Galicia que es una joya escondida en la Costa da Morte

El rincón de Galicia que es una joya escondida en la Costa da Morte

El refugio ideal este verano para los amantes de la naturaleza.

Ría de Ponteceso (A Coruña).Getty Images

Galicia es conocida por su paisaje natural de costas escarpadas y verdes montañas, además de por su rica herencia cultural y gastronómica. En plena Costa da Morte se haya un pequeño rincón lleno de encanto que ha logrado sorprender al viajero con su mezcla de tradición marinera, patrimonio literario y parajes naturales casi vírgenes. Todo un refugio ideal para quienes buscan una escapada rural sin renunciar a playas de arena fina y senderos de ensueño.

Enclavado en la salvaje comarca de Bergantiños se alza Ponteceso, un municipio de A Coruña conformado por varias parroquias, siendo algunas de ellas Cores, Corme y Langueirón, aunque su núcleo se encuentra en San Tirso de Cospindo. Según los datos del INE de 2024, este pueblo cuenta con 5.318 habitantes, lo que supone una ligera caída con respecto al año anterior y ahora se apuesta por la revitalización de sus núcleos rurales frente al éxodo urbano.

Hasta finales del siglo XIX este municipio era conocido con el nombre de Bugalleira por los “bugallos” (excrecencias de roble) y su uso ganadero. No fue hasta 1866 cuando se trasladó la capital al entorno del puente romano y se adoptó oficialmente el nombre de Ponteceso. A tan solo unos metros del Océano Atlántico, este enclave presume de una arquitectura y un modo de vida que están muy marcados por sus aguas. 

Un enclave idílico

En el corazón del municipio, la casa natal del poeta Eduardo Pondal recuerda el rico legado cultural gallego, siendo este una de las figuras literarias más importantes del siglo XX. A pocos pasos parte la ruta que asciende al monte Branco, donde un mirador regala panorámicas sin igual de la costa y los verdes prados que se funden con el horizonte atlántico. Esto es ejemplo de la impresionante naturaleza que rodea el municipio.

Otro lugar de interés es Punta Roncudo, un promontorio que se adentra en el mar y que alberga un faro centenario que sirve como guía a las antiguas rías y se alza como un símbolo de la esencia marinera de la zona. Además, las calas de Barda, Caolín o Balarés ofrecen kilómetros de costa prácticamente desierta, donde disfrutar de una atmósfera tranquila. Así como el Estuario del río Anllóns se adentra en bosques de ribera, ideal para los amantes del trekking.

Ponteceso mantiene viva su oferta turística con celebraciones como las Festas do Carmen en julio, procesiones marítimas en honor a la patrona de los marineros, y rutas botánicas en otoño para descubrir setas y frutos silvestres. De esta forma, se consolida como un destino atractivo en cualquier época del año que invita al viajero a perderse y a sentir, por un instante, que el tiempo corre al ritmo del Atlántico.