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Francia se rinde ante el encantador pueblo español de nombre desafortunado: "Se beneficiaría de ser más conocido"

Francia se rinde ante el encantador pueblo español de nombre desafortunado: "Se beneficiaría de ser más conocido"

Un topónimo peculiar que no le hace justicia.

Colera (Girona).Europa Press

Entre la inmensa variedad de municipios que conforman el territorio español, algunos destacan no solo por su historia o su belleza, sino también por la peculiaridad de su nombre. Desde los más curiosos hasta los que arrancan una sonrisa, estos topónimos a menudo esconden orígenes interesantes o anécdotas que les dan un encanto especial. Este es el caso de un pueblo catalán, cuyo nombre desafortunado contrasta con todo lo que ofrece.

Situado en la Costa Brava, Colera se ha convertido en un destino turístico emergente para quienes buscan tranquilidad, naturaleza y un auténtico ambiente mediterráneo. Este rincón del Alt Empordà se ha ganado el corazón tanto de locales como de turistas extranjeros, pero su peculiar nombre puede desanimar a algunos visitantes. “Este pequeño pueblo de España se beneficiaría de ser más conocido”, aseguran desde el medio francés Actu Perpignan

El nombre de este pueblo de Girona puede recordar a la terrible enfermedad que causa cerca de 100.000 muertes al año, pero lo cierto es que nada tiene que ver con el cólera. El origen del topónimo proviene del latín collis, que significa “colina”, en referencia al paisaje ondulado que rodea la localidad. Un detalle etimológico que realmente se debe a que Colera se encuentra en la frontera con los Pirineos Orientales.

Un destino encantador

Con menos de 500 habitantes, este municipio se caracteriza por sus calas de aguas cristalinas y sus hermosas playas, entre las que destacan la platja d’en Goixa, la platja del Borro de dins/Assutzenes y Garbet, todas rodeadas de un entorno natural que invita al relax y la desconexión. Estas joyas costeras, combinadas con su ambiente sereno, hacen de este pueblo un destino único para disfrutar del Mediterráneo en su estado más puro y auténtico. 

Aunque este encantador pueblo brilla especialmente en verano, no es un destino exclusivo de esta estación, ya que tiene algo que ofrecer durante todo el año. Por ejemplo, en otoño se convierte en una zona famosa por la caza y la recogida de setas, atrayendo a los amantes de las actividades al aire libre. Así como en primavera cobra protagonismo por la tonalidad del paisaje y por los numerosos espárragos que crecen en los alrededores.

Con un clima agradable durante todo el año y una oferta gastronómica basada en productos locales como el pescado fresco y los vinos del Empordà, Colera es un destino que sorprende a quienes se aventuran a conocerlo. Este pequeño pueblo, con su atmósfera tranquila y su conexión con la naturaleza, invita a disfrutar de su entorno, ya sea paseado por sus senderos, explorando sus calas o disfrutando de su cocina local.