Ni de Andalucía ni de Cataluña: la provincia con más pueblos bonitos de España está en Aragón
Todo un referente turístico lleno de autenticidad y belleza.
La Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España elabora cada año una prestigiosa lista que reconoce a las localidades con mayor encanto del país, valorando su patrimonio, conservación y belleza paisajística. Actualmente, son 123 los municipios que forman parte de esta reputada selección, un distintivo que se ha convertido en un referente turístico y cultural que impulsa el reconocimiento de estos lugares.
En este sentido, Teruel se ha convertido en la provincia española con más localidades incluidas en la prestigiosa lista. Con la reciente incorporación a principios de año de La Fresneda y Linares de Mora, la provincia aragonesa suma un total de nueve municipios distinguidos por su riqueza patrimonial, su encanto arquitectónico y su entorno natural privilegiado.
Los pueblos turolenses que ostentan este reconocimiento son Albarracín, Calaceite, Cantavieja, La Fresneda, Linares de Mora, Mirambel, Puertomingalvo, Rubielos de Mora y Valderrobres. Cada uno de ellos destaca por su carácter histórico, su conservación y su atractivo turístico. Incluso sin contar con los dos pueblos recién incorporados, Teruel ya se posicionaba como la región con más distinciones a nivel nacional.
Sobre los pueblos
Albarracín, considerado uno de los pueblos con más encanto de España, destaca por su impresionante casco histórico y su imponente muralla medieval, siendo declarado Monumento Nacional en 1961. Por su parte, Calaceite y Valderrobles, situados en la comarca del Matarraña, son testimonios vivos del esplendor arquitectónico renacentista y medieval, donde las iglesias de la Asunción y la de Santa María la Mayor, respectivamente, son verdaderas protagonistas.
Cantavieja y Mirambel destacan por su legado templario y sus entramados urbanos medievales, con calles empedradas por las que perderse en una atmósfera tranquila. En esta línea, Puertomingalvo está enclavado en las montañas y sobresale por sus paisajes naturales y su arquitectura tradicional. Rubielos de Mora, por otro lado, enamora con sus palacetes renacentistas, su majestuoso castillo y sus fiestas tradicionales.
Las recientes incorporaciones, La Fresneda y Linares de Mora, refuerzan el atractivo de Teruel dentro del panorama turístico nacional. La Fresneda es conocida por su bien conservado casco antiguo y su arquitectura tradicional de piedra, mientras que Linares de Mora sorprende con su entorno natural ideal para el senderismo y el turismo rural. En definitiva, dos pueblos que aportan todavía más autenticidad al legado histórico-cultural de Teruel.
