Aunque Kiev inicialmente dijo que no iba a acudir a un país no neutral, algo se ha movido en las últimas horas y las delegaciones ya viajan a la frontera.
Bielorrusia es un satélite de Moscú en el que todo puede pasar... así que empiezan a buscarse alternativas. Budapest se ofrece, pero hay más posibilidades.
Putin busca el fin de un Gobierno partidario de la OTAN y de la UE, cambiando a Zelenski por un satélite que se mueva a su son. Bielorrusia podría ser el modelo.
Advierte de una “aplicación arbitraria de las leyes, riesgo de detención y una “inusual y preocupante concentración militar rusa a lo largo de la frontera".
Zelenski insta a Bruselas a aprobar sanciones contra Moscú antes de un posible ataque, porque si se aplican tras una agresión “básicamente no tendría sentido”.