La tan esperada entrega de los F-16 a Ucrania está en el horizonte, mientras los Su-57 han estado desplegados desde los primeros días de la invasión rusa.
Son aviones viejos, de la era soviética, pagados a Kazajistán, que está modernizando sus tropas. ¿Para qué los usará Washington? La respuesta está en Ucrania.
Kiev no sólo no gana terreno, sino que lo pierde. Rusia lleva la iniciativa y se espera para verano una ofensiva fuerte que le permita ahondar en su poder. Pinta regular.
"Un solo sistema no puede cambiar la situación en el campo de batalla. No es una bala de plata que pueda cambiar el curso de la guerra", sostiene Stoltenberg.
Tanto Reino Unido como Estados Unidos están colaborando activamente con Ucrania, formando e instruyendo a pilotos para que puedan manejar los aviones de combate en el menor período de tiempo.