"Un solo sistema no puede cambiar la situación en el campo de batalla. No es una bala de plata que pueda cambiar el curso de la guerra", sostiene Stoltenberg.
Tanto Reino Unido como Estados Unidos están colaborando activamente con Ucrania, formando e instruyendo a pilotos para que puedan manejar los aviones de combate en el menor período de tiempo.
Dos cazas F-35 y otros dos F-16 de los Países Bajos están en alerta de forma rotatoria para monitorear y proteger el espacio aéreo de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo.