Elena Valenciano

De Narciso y la indignidad de creer propia una victoria prestada

De Narciso y la indignidad de creer propia una victoria prestada

La dirección del PSOE no dudará un segundo en ayudar a la diosa Susana a elegir la alberca donde reflejar la imagen de Sánchez para que éste muera ahogado y ciego de vanidad ante su propio destello. A todos ellos veremos en cuanto comience el año salir del ostracismo voluntario que eligieron ante el bochorno producido por la insolvencia de un liderato fallido para hablar de socialdemocracia, de futuro, de desigualdad y de política social.
El discurso que Rubalcaba nunca leyó

El discurso que Rubalcaba nunca leyó

Quien ahora es un hombre de Estado de demostrada inteligencia al que el PSOE y España echarán en falta más pronto que tarde, no hace tanto era un cómplice de ETA, un radical sin escrúpulos, un Maquiavelo al que sólo interesaba perpetuarse en el poder. Ya en Toledo, en 2012 dijo ante un grupo de militantes: "No sé por qué los jóvenes del PSOE no me quieren. Soy un chollo. Vengo a comerme un marrón y luego me iré".