Messi e Inglaterra no se llevaban bien hasta ayer. El argentino era un jugador irreconocible cada vez que pisaba las islas. La historia cambió anoche y quizás para siempre. Un pase genial de Iniesta enfocó al 10, quien se plantó delante de Hart y forzó que Demichelis tuviera que derribarle por detrás.
El Manchester City derrotó al CSKA (5-2) más por la fuerza que arrastra a un equipo en una dinámica positiva que por méritos propios. Los demeritos del rival fueron innumerables. Si alguna vez hubo partido, se acabo en el minuto dos.