La conservadora se ha hecho a sí misma una enmienda a la totalidad a todo lo que propuso para ganar las primarias. Por ahora resiste pero, ¿hasta cuándo?
La conservadora ha apostado por unos impuestos que no entienden ni los expertos ni los ciudadanos y se ha puesto en contra a medio partido. Va rectificando, pero...
Rishi Sunak y Penny Mordaunt, que también pelearon en la carrera por suceder a Boris Johnson, unen fuerzas para derrocar a la 'premier', que tomó posesión en septiembre.
Genio y figura hasta el final, el primer ministro saliente de Reino Unido da su último discurso, antes de irse a vivir a casa de un amigo y ponerse a escribir sus memorias.
Le viene un chaparrón: inflación, crisis energética, poder adquisitivo, Brexit, Irlanda del Norte sin Gobierno, Escocia, con refrendo y una imagen de gestión bochornosa.
"Sé que tiene el plan adecuado para abordar la crisis del coste de la vida, para unir a nuestro partido y cohesionar nuestro país", defiende sobre su sucesora.
Conservadora de manual, ansía bajar impuestos, adelgazar el Estado y parecerse a Thatcher. Recoge los frutos de su fidelidad al 'premier' y de su ambición sin careta.
La ministra británica de Exteriores, fiel al 'premier', tremendamente conservadora y continuista, se ha impuesto al extitular de Hacienda, Rishi Sunak.
La responsable de Exteriores parte como favorita para liderar a los 'tories' y ser primera ministra, frente al extitular de Hacienda. Los choques y la falta de propuestas marcan la campaña.
Las más de 160.000 papeletas de voto electrónico que debían de haber empezado a llegar a miembros de los 'tories' el lunes no se habrían ni siquiera empezado a enviar.
Las acusaciones de índole personal en los debates previos han acabado anulando un nuevo encuentro. Por momentos, es difícil recordar que son colegas de partido.
El primer ministro de Reino Unido dimite, pero sus hechos quedan: deja en herencia su insurrección ante el protocolo de Irlanda del Norte, que puede llevar multas de Bruselas.