"Nunca me enojo directamente con nadie, porque hay que ser tolerante con el hecho de que no todo el mundo viaja tanto como uno. Pero me puede molestar un poco que los adultos..."
El pasajero de un crucero corre despavorido por el muelle del puerto al ver que su barco se va y no tiene consuelo. Al darse la vuelta se da cuenta de que el crucero que ha zarpado es otro y que el suyo sigue allí parado: el resto de pasajeros que lo ven desde lo alto del barco no pueden dejar de reír.