El discurso del Día de la Victoria rusa sobre las tropas de Hitler se esperaba cuajado de novedades, pero no ha habido ni una. Sólo glorificación del pasado y acusaciones falsas.
Jefe de los espías rusos, sucesor de Yeltsin, manipulador de leyes para perpetuarse en el poder, perseguidor de opositores y prensa y declarante de cuatro guerras: así es el presidente de Rusia.
Ucrania es un paso más en su empeño de recuperar la grandeza de Rusia, perdida tras la desintegración de la URSS. Su afán de influencia, si no de control directo, lleva años generando conflicto en la zona.
Si eres ruso étnico y hablas la lengua de Pushkin, eres candidato a que el Kremlin te quiera aplicar su nueva ideología imperialista. El derecho internacional ya tal.
Nadie llevó el engaño a esferas tan altas, nadie tuvo en sus manos una crisis nuclear inminente, nadie vivió para contarlo. La historia más grande de la Guerra Fría