Frente al odio, Orgullo, Resistencia y Esperanza
"El Orgullo es también la posibilidad de un hoy y un mañana libre y diverso para miles de criaturas, de niñas, niños y niñes"

‘Si a mí me parece bien que hagan lo que quieran, pero ¿por qué no pueden hacerlo en privado, sin montar ese escándalo, sin tanta fiesta? ¿Hace falta que tomen las calles vestidas de cualquier manera? ¿Por qué tienen que exhibirse de manera indecente? ¿Orgullo de qué? ¿Cuál es la necesidad de celebrar el Orgullo de una orientación sexual? ¿Acaso celebro yo la mía?’
Frases parecidas a estas se repiten cada vez que se acerca el 28J. La mayoría de estas expresiones comparten el mismo hilo argumental: la ridiculización, el ninguneo, la banalización del Orgullo -una orgía de frivolidad, mamarrachez e impudicia, una nadería sin importancia, una fiesta sin sentido-.
Hemos de tener claro que esta invectiva no es una suma de exabruptos de algunas personas airadas por algo que les molesta individualmente, sino que forma parte, cada vez más, de un programa político, el de la ultraderecha y una buena parte de la derecha. Esa que, por mercadotecnia electoral o porque en el fondo lo piensa, comparte discurso con la reacción autoritaria, lgtibifóbica, antiderechos.
Una ultraderecha y una derecha que bajo estas premisas ridiculizantes lo que ocultan es justo lo contrario: que temen al Orgullo. Le tienen pavor por la potencia política que este encarna, por lo que representa que nos tomemos las calles, que lo hagamos cargadas de reivindicación, de alegría, de fiesta, de esperanza. Porque es una exaltación de las vidas, de las disidencias sexuales y de género, de las posibilidades de liberación para todas de unos corsés que nos oprimen, de las luchas, en el pasado, en el presente y en el futuro.
Quieren acabar con esta celebración, con este tomarnos las calles, con nuestra alegría, porque el Orgullo es Stonewall en 1969, es el Pasaje Begoña en Torremolinos en 1971, es Barcelona en 1977 o Ciudad de México en 1979. Son todos aquellos lugares del mundo donde ha prendido y prende la rebeldía –una sublevación del orden cisheteropatriarcal establecido en cuya primera línea han estado en muchas ocasiones quienes ni aunque quisieran pueden encajar en la norma, las maricas con plumas, las mujeres trans…–. El Orgullo es también la posibilidad de un hoy y un mañana libre y diverso para miles de criaturas, de niñas, niños y niñes, que encuentran a su paso reflejos en los que mirarse, en los que soñar, en los que identificarse. Posibilidades de ser.
El máximo exponente de este querer quebrar genealogías y ahogar esperanza es el régimen de Viktor Orbán en Hungría que ha prohibido la Marcha del Orgullo este 28J en Budapest. Un atropello de las libertades que es el último eslabón de una cadena de represión y autoritarismo que viene de lejos, con medidas previas como acabar con los estudios de género en programas universitarios acreditados por el Estado, la imposibilidad legal del reconocimiento de su identidad de género para las personas trans o de la adopción para familias LGTBI+ o la promulgación de una ley antipropaganda que criminaliza el compartir contenido LGTBIQA+ con menores de 18 años en anuncios, medios de comunicación, escuelas y librerías.
Por eso, Movimiento Sumar formará parte de la importante delegación, compuesta por decenas de cargos públicos, de miembros de formaciones políticas, colectivos y ONG, que viajará este fin de semana desde nuestro país hasta la capital húngara para, junto con miles de personas de Hungría y de otros países europeos, gritar que las calles no van a dejar de pertenecernos, de ser escaparate de nuestras rabias y alegrías.
Apoyar, acompañar a los, las y les activistes queer húngaras es un acto de solidaridad internacionalista, pero es sobre todo una defensa de nosotras mismas. Porque los Orbán, los Putin, los Trump, los Mileis o las Meloni no son elementos aislados, electrones sueltos, sino que marcan un camino, el que seguirán todas las ultraderechas del mundo, incluida la española. Y frente a su senda de crueldad, de odios, nosotras vamos a seguir desplegando Orgullo, Resistencia y Esperanza.
Amanda Andrades González es secretaria de Feminismos y LGTBIQA+ de Movimiento Sumar.