Un plan estratégico para la seguridad y la ciber resiliencia de España y Europa
España ha sido el país del mundo que más ciberataques ha sufrido en los últimos tiempos.

¿Por qué necesitamos este plan?: vivimos un escenario geopolítico muy complicado y la guerra en Ucrania nos recuerda que la paz no está garantizada. Mientras tanto, y como recordó el presidente de Indra, Ángel Escribano en la Comisión de Seguridad Nacional en el Congreso, España ha sido el país del mundo que más ciberataques ha sufrido en los últimos tiempos.
El contexto global exige una respuesta contundente. La guerra en Ucrania, los ciberataques, la desinformación constante que hemos podido constatar durante la DANA, los sabotajes a infraestructuras críticas como la electricidad básica y las amenazas híbridas han transformado el panorama de la seguridad.
Frente a estos escenarios, el pasado 22 de abril, el presidente Pedro Sánchez presentó el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa estructurado en cinco pilares: mejorar las Fuerzas Armadas, reforzar las telecomunicaciones y la ciberseguridad, modernizar equipos, potenciar capacidades duales para emergencias climáticas y garantizar la seguridad en misiones internacionales con un gran enfoque integral que protege tanto el territorio como los valores democráticos.
Un pilar fundamental es la ciber resiliencia, entendida como la capacidad de prevenir, resistir, mitigar y recuperarse de ciberataques. Con más de mil ataques anuales a infraestructuras críticas en España, el plan destina 3.260 millones de euros a modernizar sistemas de telecomunicaciones cifradas, adquirir satélites, radares y reforzar la ciberseguridad. La inversión en 5G, inteligencia artificial y computación cuántica no solo protege hospitales, aeropuertos y redes eléctricas, sino que fortalece la capacidad de España para adaptarse a amenazas digitales en evolución, asegurando un “escudo digital” robusto.
El plan también impulsa la innovación y la reindustrialización al priorizar tecnologías de doble uso, fomenta el desarrollo de sectores civiles como las telecomunicaciones generando 100.000 empleos (36.000 directos, 60.000 indirectos) y un aumento del PIB del 0,4 a 0,7 puntos. Además, fomenta la integración de pymes y startaps en cadenas de suministro europeas reforzando la cohesión territorial y posicionando a España como un verdadero hub tecnológico en un claro enfoque que no solo moderniza la defensa, sino que consolida la ciber resiliencia. El plan cimentará una industria capaz de responder ágilmente a otros retos digitales y desde Galicia hasta Andalucía. El 87% de las inversiones se quedará en empresas españolas ayudando a pueblos y ciudades a crecer generando nuevas oportunidades.
El compromiso europeísta es otro pilar esencial. El presidente Sánchez subrayó en su presentación que “solo Europa protegerá a Europa”, un mensaje crucial ante el neoimperialismo ruso y la incertidumbre transatlántica. Cumplir con el 2% del PIB en defensa y seguridad honra los acuerdos de la OTAN y refuerza la autonomía estratégica europea. Con un 87% de la inversión destinada a empresas españolas y el resto mayoritariamente a socios europeos, el plan fomenta una industria de defensa comunitaria, promoviendo economías de escala e interoperabilidad.
La sostenibilidad financiera y social es un logro destacado. Sin aumentar impuestos, recortar gasto social, ni incrementar el déficit, el plan se financia con fondos europeos reorientados, ahorros por una gestión económica y sólida reconocida por los organismos internacionales y partidas sobrantes de 2023. Desde 2018 cuando llegamos al Gobierno de España, hemos incrementado en 12.000 millones la inversión en seguridad y defensa, en 120.000 millones las políticas sociales y en 30.000 millones la transición ecológica, demostrando que seguridad y bienestar son absolutamente compatibles.
La emergencia climática también se aborda con un 17% de la inversión dedicada a capacidades duales para gestionar desastres naturales. La modernización de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la adquisición de helicópteros y aviones cisterna responden a la creciente frecuencia de inundaciones e incendios, integrando la seguridad con las necesidades ciudadanas.
Aunque el Plan no requiere aprobación parlamentaria, el presidente Sánchez apuesta por la transparencia, publicando el informe completo y anunciando una comparecencia en el Congreso para buscar un diálogo que trascienda diferencias partidistas.
El compromiso con la diplomacia y el multilateralismo completa la visión. El presidente anunció un próximo plan para fortalecer el sistema multilateral, con la Conferencia para la Financiación al Desarrollo en Sevilla como hito. En un mundo donde las instituciones globales se debilitan, España defiende la cooperación y el diálogo, manteniendo intacta la inversión en desarrollo.
En definitiva, el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa es una apuesta estratégica que combina seguridad, ciber resiliencia e innovación. Responde a un mundo cambiante con inteligencia, europeísmo y responsabilidad, asegurando que España lidere una Europa más segura y próspera sin renunciar a sus valores. La ciber resiliencia, como eje transversal, garantiza que el país no solo resista las amenazas digitales, sino que prospere en un entorno global incierto.
José Antonio Rodríguez Salas es portavoz de Defensa del Grupo Parlamentario Socialista y diputado por Granada