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Un Primero de Mayo para proteger lo conquistado y ganar futuro

Un Primero de Mayo para proteger lo conquistado y ganar futuro

En los últimos años se ha demostrado que es compatible mejorar las condiciones de vida de la gente con unos datos económicos muy positivos.

Unai Sordo, junto a Pepe Álvarez, en la manifestación del 1 de mayo de 2024Europa Press via Getty Images

Este Primero de Mayo Comisiones Obreras y UGT hemos convocado más de 80 manifestaciones en España con el lema 'Proteger lo conquistado, ganar futuro', en un momento en el que es fundamental reivindicar el avance de los derechos laborales y sociales en nuestro país. No solo porque es de justicia, sino porque en los últimos años se ha demostrado que es compatible mejorar las condiciones de vida de la gente con unos datos económicos muy positivos.

Vivimos cifras récord de empleo, se han incrementado los salarios en línea con lo aprobado en el Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva, se ha reducido la brecha salarial entre mujeres y hombres, el Salario Mínimo Interprofesional se ha incrementado un 61% desde 2018, se ha reducido la temporalidad tras la aprobación de la reforma laboral, y la productividad por hora trabajada se ha incrementado, entre otros muchos avances.

Todo esto ha sido posible mientras nuestra economía es una de las que mejor responde de la zona euro. No obstante, no podemos en modo alguno conformarnos con estos avances puesto que el día a día de muchísima gente de nuestro país está marcado por la precariedad, por los bajos salarios —que se ven lastrados más aún por el precio de la vivienda—, por una deficiente prevención de riesgos laborales, por las carencias de algunos servicios públicos esenciales, como la sanidad o todo lo relacionado con la dependencia, que además dificultan las carreras laborales especialmente de las mujeres.

Es este sentido, es necesario exigir una vez más que se apruebe cuanto antes la reducción de jornada. Después de más de 40 años con la misma jornada legal de trabajo, toca reducirla por ley a las 37'5 horas, si bien la negociación colectiva ya ha conseguido que se reduzca de media a las 38,2 horas. 

El retraso en la tramitación parlamentaria está haciendo que muchos convenios colectivos se vean bloqueados en este punto, a la espera de su aprobación definitiva. Los grupos parlamentarios no se han pronunciado de forma clara pero desde luego van a tener dificultades para explicar a su electorado el voto en contra, dado que es una medida considerada de forma muy favorable por la sociedad. Y desde luego los sindicatos vamos a seguir presionando para que se apruebe con una mayoría lo más amplia posible.

En este Primero de Mayo hemos querido destacar el enfoque internacional porque la segunda presidencia de Trump en Estados Unidos nos sitúa ante un reto civilizatorio

Por otra parte, es urgente también que se reforme el despido para reforzar la seguridad laboral, promoviendo formas alternativas a la extinción contractual cuando las empresas requieran de ajuste en el volumen de trabajo, como pueden ser las adaptaciones temporales de jornada, los ERTE o los Mecanismos Red.

No obstante, todos estos planteamientos no son suficientes para entender la situación que estamos viviendo y los riesgos a los que nos enfrentamos. En este Primero de Mayo hemos querido destacar el enfoque internacional porque la segunda presidencia de Trump en Estados Unidos nos sitúa ante un reto civilizatorio. Lo que subyace a la guerra comercial que ha planteado con la imposición de aranceles, es una disputa por la hegemonía geoestratégica mundial y un ataque a las bases de nuestro modelo social y fiscal, a nuestro estado de bienestar.

Estados Unidos pretende recomponer sus déficits comerciales externos amenazando con el riesgo de crear una recesión y una espiral inflacionaria. Y lo hace perjudicando a sectores y empresas principalmente de China, pero también de Europa y de España. Para ello cuenta con la colaboración de expresiones de extrema derecha, que hoy son ya la principal amenaza interna para el proyecto europeo y los preceptos constitucionales de los estados democráticos y sociales de derecho.

Por esto es imprescindible que la Unión Europea refuerce su autonomía estratégica y reduzca su dependencia exterior en algunos sectores claves de la economía. Esto lo comprobamos en la pandemia, cuando se puso en evidencia que no éramos capaces de proveernos de algunos suministros básicos, y se pone en evidencia de nuevo con la actual ofensiva comercial de Estados Unidos.

Ahora resulta urgente mejorar e invertir en nuestra autonomía energética, y más después del reciente apagón eléctrico en todo el país; reforzar nuestras políticas industriales que localicen producciones de alto valor y sus cadenas de suministro; diseñar una política de seguridad integral para Europa, que es más que política de defensa, que a su vez va más allá del gasto en armamento.

Este Primero de Mayo salimos a las calles para proteger lo conquistado, ganar futuro y defender la democracia social ante el riesgo reaccionario.

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