Descubren algo insólito en estas latas de salmón caducadas durante décadas

Un grupo de investigadores realizó un estudio en el que se analizó un "archivo casual" de los parásitos marinos encontrados en varias latas del salmón durante la década de 1970. El estudio reveló varias claves, aunque por encima de todas, el hecho de que, por el simple hecho de que se haya creado un ecosistema saludable y funcional, es signo de buena calidad.

El estudio ha sido publicado en la revista Ecology and Evolution, y gracias a él se pueden comprender importantes cambios que se han producido en los ecosistemas y mundos marinos a lo largo de los años.

De entre todas las conservas analizadas -algunas de 1970-, destacan las reservadas por la Seatttle Seafood Asociation con fines de control de calidad. Pero ahora, han proporcionado datos invaluables con el objetivo de examinar cómo han evolucionado los parásitos marinos durante décadas.

Los autores del estudio utilizaron como un archivo único de la vida marina, centrándose en los gusanos anisákidos que se encuentran en el interior de las latas del salmón. Estos son muy importantes, ya que, pese a su pequeño tamaño (1 cm de largo), tienen un papel muy importante en la cadena alimentaria marina.

Estos gusanos analizados viajan a través de varios huéspedes, comenzando por el krill, continuando por el salmón y por último, por los mamíferos marinos donde finalizan su ciclo reproductivo.

Los resultados desafían a la lógica

Como informan en el estudio, la presencia de estos parásitos es un sinónimo de buena calidad  y una señal de un ecosistema sano y funcional.Para el estudio se utilizaron 178 latas de archivo con cuatro especies de salón diferentes del Golfo de Alaska y la Bahía de Bristol, recolectadas durante 42 años.

De acuerdo con los datos obtenidos, se destaca el aumento de la cantidad de gusanos en el salmón keta y gorbuscha, mientras que los niveles en el salmón rojo y coho se mantuvieron estables.

Este hallazgo supone un nuevo hito en el estudio sobre los parásitos y abre nuevas posibilidad para la investigación sobre la salud y estabilidad ecológica, ya que el grupo de investigadores demostró que las latas viejas de salmón pueden ser consideradas como unas cápsulas del tiempo.