Multan a un pueblo de 47 habitantes por limpiar su río y su caja fuerte queda tiritando
La sanción de 2.600 euros impuesta por la Confederación Hidrográfica del Tajo equivale al 10% del presupuesto municipal de Jirueque, en Guadalajara.

Jirueque, un pequeño pueblo de Guadalajara con apenas 47 vecinos, se ha topado con una multa que les ha dejado el bolsillo temblando. La Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) les ha impuesto una sanción de 2.600 euros por limpiar el cauce del río que atraviesa su municipio. La cantidad, que equivale al 10% de las cuentas municipales, ha puesto en jaque las ya de por sí ajustadas finanzas de esta localidad.
El alcalde, Juan Antonio Sanz, no se muerde la lengua. Asegura que contaban con el visto bueno de la propia CHT para llevar a cabo la limpieza. "Aquí no importan los detalles ni que, sin esta reparación, la contaminación habría durado una semana. Además, después de la limpieza se dejó todo como estaba", ha explicado. Para Sanz, la multa no solo es desproporcionada, sino que refleja la desconexión de las administraciones con la realidad de los pueblos pequeños.
El regidor no ha dudado en criticar el funcionamiento de la CHT, a la que acusa de esconderse detrás de un laberinto de teléfonos y locuciones inútiles. "Intentarlo supone perderse en contestadores automáticos a los que nadie responde jamás. Un trámite sencillo se convierte en una odisea absurda sin interlocutores ni soluciones", denuncia.
Sanz va más allá y apunta directamente a las "reglas abstractas y ajenas a la realidad" que, según él, rigen la administración pública. "La tan manida ‘España Vacía’ seguirá vaciada si quienes tienen el poder de ayudar se dedican a poner trabas en lugar de soluciones", ha sentenciado. Para el alcalde, esta multa es otro ejemplo de cómo las administraciones "castigan" a los pequeños municipios en lugar de facilitar su desarrollo.
En un contexto en el que la inflación ha golpeado con dureza a las economías locales, Sanz considera que estas sanciones son un mazazo para pueblos como el suyo. "Es increíble que tras lo vivido en Valencia nadie reforme estos entes tan mal gestionados como son las confederaciones, para que sean eficientes y productivos", ha lamentado.
El alcalde de Jirueque no se queda callado y lanza una pregunta al aire: "¿Cómo esperan que los pueblos sobrevivan si les imponen multas que los asfixian?". Mientras, en este pequeño rincón de Guadalajara, el río está limpio, pero las cuentas municipales están más revueltas que nunca.