La mitad del voto por correo de Melilla se irá a la abstención tras no ser emitido
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La mitad del voto por correo de Melilla se irá a la abstención tras no ser emitido

Sólo se han presentado 5.814 sufragios de los 11.727 solicitados

Las largas colas de ciudadanos en la oficina de Correos de Melilla para solicitar el voto de los últimos días han desaparecido tras la decisión de la Junta Electoral de Zona (JEZ).EFE/ Paqui Sánchez

El intento de fraude electoral a través del voto por correo en Melilla tiene ya su primera consecuencia. La mitad de las solicitudes se quedan sin efecto y se sumarán a la abstención después de que estos electores no hayan emitido finalmente su voto tras las últimas medidas adoptadas por la Junta Electoral Central para hacer frente a las sospechas de compra de sufragios. 

Según los últimos datos del Ministerio del Interior, sólo se han presentado 5.814 votos por correo de las 11.727 peticiones. Es decir, el 49%. Con el plazo ya cerrado, las otros casi seis mil solicitudes serán contabilizadas como abstención durante el recuento de votos de este domingo cuando se efectúe el cierre de las urnas en la ciudad autónoma.

La alta abstención en el voto por correo se produce después de que la Junta Electoral Central obligara la semana pasada a exigir el DNI a toda persona empadronada en Melilla que fuera a depositar su voto. Con esta medida se pretendía poner coto a la supuesta compra de votos que ya produjo al menos diez detenidos este pasado miércoles y un número similar de registros en diferentes localizaciones de la ciudad. Entre los arrestados se encontraban el ya exconsejero del Gobierno y número 3 de la lista de Coalición por Melilla, Mohamed Ahmed Al-lal, y un yerno del líder del mismo partido. 

El resto de detenidos, según la investigación, serían pequeños delincuentes que ocupan el escalón más bajo en esta presunta trama de compraventa de votos y cuyo papel sería el de captar a los electores dispuestos a vender su voto. La trama actual operaría sobre todo en zonas deprimidas económicamente, donde residen ciudadanos de muy bajos ingresos. A estos vecinos les ofrecerían hasta cien euros por voto.

Las pesquisas se pusieron en marcha tras constatarse la existencia de una red de captación de votos por correo para amañar las elecciones en la ciudad autónoma de este 28 de mayo. Un total de 11.707 residentes en Melilla habían solicitado votar por correo en estos comicios, el 21,21% del censo electoral total. Este porcentaje supone más del doble del registrado en las anteriores elecciones de 2019 y es siete veces superior a la media nacional (2,8%) y a la de la otra ciudad autónoma, Ceuta (3,3%).

Coalición por Melilla (CPM), a través de su líder Mustafa Aberchán, ha considerado que se ha hecho uso de los medios del Estado para intervenir en el resultado electoral y en la instrumentalización de la justicia, con el objetivo de “criminalizar” y actuar con racismo hacia este partido político a pocos días de la celebración de las elecciones. Además, ya han puesto en macha toda la maquinaria para impugnar las elecciones sean cuales sean los resultados.

El PP, al que la investigación también ligaría con la supuesta compra de votos, sostiene que “hasta ahora no existen fundamentos, ni argumento alguno para plantear, ni sostener una impugnación electoral”, y ha recalcado su papel “absolutamente proactivo y garantista” en todo el proceso electoral.

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Soy jefe de Hard News en El HuffPost España. Coordino la cobertura de actualidad política con la misión de explicar lo que pasa en España y en el mundo de una manera directa, clara y comprometida para una audiencia exigente y crítica como la nuestra. Puedes contactar conmigo a través de un correo a javier.escartin@huffpost.es

 

Sobre qué temas escribo

Me dedico a informar sobre la actualidad política en España, poniendo el foco en las decisiones del Gobierno, los movimientos de la oposición y el funcionamiento tanto del Congreso de los Diputados como de los partidos políticos. Creo que la política no es algo lejano, sino que influye directamente en la vida de cada persona: desde la aprobación de una ley de vivienda hasta una reforma laboral. Por eso trato de contar la vorágine política de una manera clara y accesible, sin perder la profundidad que exige cada asunto. Me interesa especialmente abordar temas que despiertan inquietud ciudadana, como la corrupción, la vivienda o la transparencia de las instituciones, y hacerlo siempre con una mirada crítica y social. Entiendo el periodismo político no como una mera narración de lo que ocurre, sino como un ejercicio de contexto y responsabilidad que ayude a la gente a entender por qué esas decisiones afectan a su día a día. Y como todo el mundo tiene su lado freak también me gusta mucho el Festival de Eurovisión, que llevo cubriendo para diferentes medios desde el año 2009. Quizá, algún día, pueda contar la victoria de España en el certamen...

 

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Nací en Zaragoza, pero en 2005 me mudé a Madrid para estudiar periodismo en la Universidad Carlos III. Antes de El HuffPost, trabajé nueve años en ABC, cuatro en COPE y un año en Mediaset. Previamente, de una manera más aficionada, escribí sobre cine y la temporada de premios en Hollywood e hice una serie documental sobre el Camino de Santiago que se llamó "Diario de un peregrino".

 


 

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