Ayuso no medicalizó las residencias para priorizar el hospital de Ifema, según un ex alto cargo

Ayuso no medicalizó las residencias para priorizar el hospital de Ifema, según un ex alto cargo

Carlos Mur, quien firmó los conocidos como 'protocolos de la vergüenza' que impidieron el traslado de ancianos a hospitales, lo afirmó ante el juez el pasado marzo. 'Radio Madrid Cadena SER' ha accedido ahora a dicha declaración.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante una visita al hospital de campaña de Ifema, en abril de 2020.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante una visita al hospital de campaña de Ifema, en abril de 2020.Jesús Hellín/Europa Press via Getty Images

Carlos Mur, el mismo ex alto cargo de la Comunidad de Madrid conocido por ser la persona que firmó los protocolos -popularmente conocidos como 'los protocolos de la vergüenza'- que impidieron el traslado de ancianos de las residencias de mayores madrileña a hospitales en los primeros compases de la pandemia del coronavirus, declaró ante el juez que la idea de medicalizar dichas residencias fracasó porque los recursos fueron dirigidos a otros puntos. Entre ellos, el hospital de campaña de Ifema

Estas declaraciones del por aquel entonces director de coordinación sociosanitaria no son nuevas, tuvieron lugar el pasado mes de marzo ante un juez en el juzgado de Plaza de Castilla, pero ahora Radio Madrid Cadena SER ha accedido a la grabación. "La canalización de medios a otros dispositivos que se estaban abriendo no permitió contar con medios para medicalizar las residencias como debía", admitió Mur, citando expresamente el hospital temporal levantado en terreno de Ifema. 

El ex alto cargo también indicó que solo fueron trasladados a ese hospital de campaña a 23 ancianos llegados de dos residencias, concretamente de Villaviciosa de Odón y de Collado-Villalba. Todos fueron dados de alta a los pocos días. ¿Por qué no se admitió a nadie más? Mur dio respuesta: "No contaban con medios para atender a este tipo de enfermos". Pero no se quedó ahí.

"Los geriatras me transmitieron que iba en contra de los principios de la bioética enviar a alguien a morir a un servicio de urgencia saturado o un pasillo en lugar de intentar darle confort y todo el tratamiento en su lugar habitual", esgrimió el ex alto cargo de Ayuso ante el juez.

'Protocolos de la vergüenza' para unos; "recomendaciones" para otros

Aquellos protocolos también tuvieron un peso significativo en la declaración de Mur ante el juez. El exdirector de coordinación sociosanitaria defendió el contexto en el que tuvieron lugar, describiéndolo como "propio de una catástrofe". Con esa carta de presentación, justificó un escenario en el que "hay que aplicar protocolos en los cuales se trate al paciente donde más puede beneficiarse de dicho tratamiento".

Para respaldar esa última idea, Carlos Mur se ha referido a la existencia de informes realizados a posteriori que apuntan a que los traslados a hospitales no salvaron vidas. Según dicho documento, el 42% de los pacientes covid de las residencias que fueron enviados a complejos hospitalarios fallecieron, frente al 46% que 'se quedaron' en los centros para mayores. Con todo, no aclaró ni las condiciones de los mayores que murieron sin recibir atención hospitalaria en un residencia

Siguiendo la línea de anteriores declaraciones sobre este asunto de integrantes la Comunidad de Madrid, Carlos Mur reiteró que los protocolos eran "recomendaciones" y que habían sido elaborados con la finalidad de liberar a los médicos de la carga de tener que decidir con quién empleaban los recursos sanitarios en una situación de escasez ante la crisis sanitaria internacional. Eso sí, reconoció que no había consenso entre los geriatras y que siguieron adelante con unos protocolos que volvió a enmarcar en la "medicina de catástrofe".

Cabe recordar que solo durante la primera ola del coronavirus fallecieron al menos 7.291 mayores sin recibir atención sanitaria. 

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Soy redactor de actualidad en El HuffPost, donde cada día realizo un seguimiento de todo lo que está pasando y marcando la jornada, con el único objetivo y árdua tarea de trasmitírselo a nuestros lectores de una forma en la que conozcan el contexto y el trasfondo más allá de un mero titular. Es decir, para que tu cuñado no pueda colártela otra vez.

 

Sobre qué temas escribo

Aunque en el día a día acabe escribiendo de cualquier cosa que suceda en el mundo, “puede que me recuerdes” de algunas temáticas que suelen quitarme el sueño con especial frecuencia. Me gusta escribir de política internacional, sobre todo cuando esta es eufemismo de atroces injusticias contra los derechos humanos o el medio ambiente, así como para acercar causas sociales que pasarían inadvertidas (la siguiente podría ser la tuya, así que escríbeme). La morriña también me devuelve en ocasiones a Galicia, sobre todo para que sus historias no se pierdan en el camino a la meseta.

 

Mi trayectoria

Antes de llegar a El HuffPost en 2021, fui periodista en La Voz de Galicia durante cinco años. En aquella etapa también pasé por los micrófonos de ‘Radio Voz’, en distintos programas radiofónicos. Y, aunque parezca poco probable, bebía más café que en la actualidad.


Soy de Ribeira, una bella localidad coruñesa que probablemente recuerdes del marisco, las páginas de sucesos o de personalidades de las que solemos presumir (tenemos a la triplista olímpica Ana Peleteiro y a una de las Tanxugueiras).


Aunque bromeo con que soy doctorado en Periodismo Gonzo, en realidad solo soy licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero, eso sí, tengo la orla de la misma tienda que la que se la hizo al rey Felipe VI. Aquellos años en Madrid me sirvieron para conocer la ciudad, pero también para entender que el mercado de la vivienda aún podía ir a peor. Ah, también tengo otra identidad secreta bajo la que hago rap o escribo poesía y que solo revelé en la redacción para que me dejasen entrevistar a artistas.

 


 

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