Debod por dentro: Ayuso, la más querida, gritos de "A Venezuela" y muchas, muchas banderas
El HuffPost se adentra en la concentración del PP en el Templo de Debod, donde no han faltado proclamas contra el Gobierno, Sánchez y Koldo, aplausos a la presidenta de la Comunidad de Madrid y abucheos generalizados cuando se mencionaba a los socios de Gobierno.

Al ritmo de Patti Smith, Los Ronaldos, 'People Have the Power', 'Sweet Caroline' o 'The Final Countdown', entre otras muchas canciones y estilos, miles de personas llegaban al Templo de Debod en lo que ha sido más una concentración-mitin que manifestación. Durante aproximadamente una hora, la música resonaba en el templo egipcio y amenizaba la espera de la llegada de los mandamases del Partido Popular, encabezados por Núñez Feijóo, que llegaría acompañado por Ayuso y Martínez Almeida.
Durante la demora -el evento comenzó con 15 minutos de retraso-, el speaker y DJ del evento, una figura casi imprescindible en las liturgias políticas modernas, animaba y calentaba el ambiente con gritos y proclamas de todo tipo. Desde el ya famoso "Sánchez dimisión -o en su defecto, ¡a prisión!-", pasando por gritos de "Mafia" y "corruptos" en referencia al Gobierno, todos los manifestantes comenzaba a entrar en calor, alentado y bailando al son de la música y ondeando las miles y miles de banderas de España -y alguna del PP- que han sido las absolutas protagonistas de la concentración.
Una vez terminado el 'preshow', se dio paso a la llegada del Presidente del PP, escoltado por diferentes líderes del Partido, -entre ellos Mariano Rajoy y José María Aznar- y cómo no, Isabel Díaz Ayuso. Una vez más, la presidenta madrileña fue la más aclamada y vitoreada en el acto, eclipsando nuevamente, al líder del partido que, sin embargo, también tuvo su pequeño baño de masas cuando gran parte de los 40.000 asistentes, según Delegación del Gobierno (80.000 según Génova) gritaron "¡Presidente, presidente!" durante su intervención.
Entrados en materia, los discursos de los líderes populares; primero Almeida, luego Ayuso y finalmente Feijóo, fueron intercalados constantemente con ovaciones, vítores y muchas referencias al enemigo. Los cánticos de "Sánchez, dimisión", "Corruptos" y "Mafia", se iban sucediendo a medida que avanzaba el acto.
Nadie se quedó sin su pequeño recuerdo 'cariñoso': Koldo García y José Luis Ábalos también estuvieron presentes de forma espiritual -y física- en pancartas, banderas escritas e incluso en alguna que otra máscara que portaba algún manifestante.

Los tres discursos se centraron en las mismas ideas: "la corrupción del Gobierno", el peligro del regreso de ETA representado en Bildu y la crítica contra la defensa de las formaciones independentistas a un "Gobierno corrupto". Estas palabras eran cortadas insistentemente con aplausos y cánticos esporádicos contra el PSOE.
Sin embargo, uno de los cánticos que más se repitió cuando Feijóo se dirigía a Sumar y Podemos, ha sido el de "A Venezuela". Pitos y gritos de "¡Fuera!" se sucedían e iban a más mientras el presidente del PP enviaba "un mensaje" a los socios de Gobierno. Pero también hubo tiempo para las risas, cuando el propio Feijóo, se refirió a Podemos. "Una frase solo para dirigirme a Podemos". Esa frase fue suficiente para desatar las carcajadas de los asistentes, en alusión a la pérdida de peso que ha ido experimentado la formación morada en los últimos años.
Mano tendida a Vox y dosis patriótica para terminar
Ya en el tramo final de su discurso -el más largo de los tres-, Feijóo también mandó un mensaje a VOX. Dejando claro que "nosotros no somos VOX", ante el silencio sepulcral en el Templo de Debod, el presidente popular les tendió la mano para "acabar con el Gobierno más corrupto de la democracia". "No me equivoco de adversario, ni de objetivo, ni de adversario ni de prioridad; mi prioridad es España", finalizó Feijóo.
Esta proclama, una vez más, desató el jolgorio de los concentrados, que al ritmo al que Feijóo señalaba los aspectos negativos del Gobierno, gritaban al unísono "¡Fuera!". Así, el final de su discurso se podría definir como un diálogo, al estilo "Hola Fondo Norte, Hola Fondo Sur" que semanalmente se escucha en el Santiago Bernabéu.
-La mentira -¡Fuera! -Los abusos -¡Fuera! -La inmoralidad -¡Fuera! -La arrogancia - ¡Fuera! -La incompetencia -¡Fuera! -Los privilegios -¡Fuera! - La corrupción -¡Fuera! -Este Gobierno -¡Fuera! -Pedro Sánchez -¡Fuera!
Finalmente, la concentración terminó como empezó: con música. Pero esta vez, con algo más solemne y acorde a lo que se había vivido en el Templo de Debod durante la nublada y fría mañana del 30 de noviembre de 2025: con el himno de España.
Todo el público quedó quieto, erguido, casi ceremonial, al igual que los políticos que presidían el acto. Tras ello y poco más de una hora después, llegó la dispersión ordenada. Algunos seguían tarareando “Sweet Caroline”. Otros debatían cuánta gente había -una tradición tan española como la tortilla de patatas-. Y otros simplemente sacaban el móvil para enviar vídeos, fotos y audios que demostrarían que sí, que estuvieron allí.
