La economía o la malversación: ¿qué da más votos?

La economía o la malversación: ¿qué da más votos?

Sánchez y Feijóo reconducen el mensaje tras el choque institucional en Sol, que no gustó a ninguno de los dos aunque por motivos distintos.

Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez.GETTY

El choque institucional en la Puerta del Sol trastocó las estrategias tanto del presidente como del líder de la oposición. Los entornos de ambos dejaron entrever su incomodidad ante lo sucedido en la sede de la Comunidad de Madrid. El primero, seguramente consciente de que la gran beneficiada volvía a ser Isabel Díaz Ayuso y no su hombre de confianza, Félix Bolaños. El segundo, porque el placaje a un ministro no casa especialmente con su perfil moderado, aunque la consigna en Génova es dejar a hacer a Ayuso a fin de que obtenga la mayoría absoluta.

Orillado el capítulo de Sol, que marcó buena parte de la agenda política y mediática semanal, uno y otro volvieron a dejar patente sus principales bazas a fin de arañar el mayor número de votos. Sánchez sigue siendo el que lo tiene más difícil. Su objetivo el 28 de mayo es resistir, no perder sus bastiones clave, y dejar claro que no está muerto en términos políticos de cara a las generales. Y tras el huracán Ayuso volvió a centrarse en la economía lanzando el mantra de que con él la situación es mejor que con la derecha pese al la guerra en Ucrania y la pandemia.

Los últimos datos de empleo le sirvieron de palanca perfecta para reconducir la agenda pública. El mercado laboral marcó cifras récord en abril, con 20,6 millones de ocupados. Esto es, el número de parados bajó de 2,8 millones por primera vez en 15 años. “España bate récord de empleo mientras la oposición bate récord en desesperación”, proclamó Sánchez en Barcelona. También sacó pecho Yolanda Díaz, con quien el presidente pretende hacer ticket electoral en las generales.

"El PP está muy incómodo en economía. Dice que los datos no son buenos pero ni ellos mismos se lo creen", apuntan en Moncloa

Toda la maquinara del Ejecutivo se puso en marcha de nuevo para enarbolar la bandera de la economía mientras Bolaños rechazaba atender a los medios de comunicación el jueves en Cádiz, en un claro intento de poner fin a la polémica de Sol. Los ministros calificaron los datos de “magníficos” y “espectaculares”. “El PP está muy incómodo en economía. Dice que los datos no son buenos pero ni ellos mismos se lo creen y no aportan ninguna propuesta sobre los problemas reales de la gente. Tampoco quieren que se hable de la emergencia climática, como ha quedado demostrado con la decisión de aparcar sus planas de Doñana”, según el diagnóstico de Moncloa.

Precisamente, para trasladar la idea de que el Gobierno actúa para dar solución a esos problemas, Sánchez continuará haciendo anuncios de calado de aquí a la cita con las urnas. Una forma de reducir el ruido interno y recuperar la iniciativa en tiempo electoral, aunque la ministra Ione Belarra, de Unidas Podemos, tampoco dejó pasar el suceso de Ayuso y Bolaños para dar otro palo a sus compañeros de gabinete: “Compraron la ayusada del día (…) No se ha acertado en esa estrategia”, dijo en TVE.

Mientras, el foco para el PP estaba puesto en otro sitio. Bruselas propuso el miércoles endurecer las penas por malversación, y el principal partido de la oposición vio la oportunidad perfecta para recordar las rebajas de Sánchez a fin de contentar a sus socios independentistas. “Aquí estamos otra vez para darle la mano tendida al Gobierno y rebajar el nivel de disparates legales y decirle que volvamos otra vez a imponer las penas por corrupción, a poner el delito de sedición, y volver a defender la dignidad de la democracia”, afirmó Alberto Núñez Feijóo.

En su última reunión con parlamentarios, Feijóo aseguró que nunca antes ha visto tanta animadversión hacia un presidente en ejercicio como con Sánchez

Para Génova, lo ocurrido con la malversación es exactamente lo mismo que con la ley del sólo sí es sí. “Una chapuza legislativa” que se debe “rectificar de inmediato”, repitieron sus portavoces oficiales. Esto no quiere decir que el PP no trate de “pinchar” el globo de que la economía va bien —“Es un insulto a la mayoría de familias presumir de gestión económica”, dijo Feijóo— pero sí dejó claro que su vía para desgastar al Ejecutivo va por otros derroteros.

En su última reunión con parlamentarios, celebrada esta misma semana, el líder gallego aseguró que nunca antes ha visto tanta animadversión hacia un presidente en ejercicio como con Sánchez. Y de ahí la importancia de que los comicios autonómicos y locales se entiendan en clave nacional. “Derogar el Sanchismo consiste en arreglar todos los despropósitos cometidos para rebajar las penas a los violadores, a los pederastas y a los corruptos”, insiste Feijóo cada vez que toma la palabra en los últimos días.

Según las fuentes consultadas en el PP, la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid está “prácticamente” asegurada. Pero ese éxito podría ser atribuible en exclusiva a Ayuso y no tanto a Feijóo. Por ello, el líder popular se vaya a volcar de aquí al 28M en la Comunidad Valenciana -pretende llenar el coso taurino como hizo Pablo Casado en su convención nacional-, Castilla-La Mancha y Extremadura, donde según los últimos sondeos puede darse el vuelco electoral.

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Corresponsal político de El HuffPost.