Los sindicatos califican de "insulto" la propuesta del Gobierno de subir el salario de los funcionarios un 10% entre 2025 y 2028 y amenazan con la huelga
La propuesta del Ministerio de Transformación Digital y de Función Pública no ha convencido ni a CCOO, ni a UGT ni al CSIF, que la han rechazado inmediatamente al considerarla "un insulto a los empleados públicos".

La reunión mantenida este miércoles entre el Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública y los sindicatos CCOO, UGT y CSIF, no ha concluido, nuevamente, de una forma satisfactoria para todas las partes. Según se ha conocido nada más terminar el encuentro, el Gobierno ha planteado a los sindicatos una subida salarial progresiva para los funcionarios de un 10% entre 2025 y 2028.
Sin embargo, la respuesta de los sindicatos a esta propuesta ha sido un no rotundo, llegando a calificar el incremento como "un insulto a los empleados públicos, y a partir de ahora amenazan con una huelga si no se llega a un acuerdo.
El encuentro celebrado durante la mañana de este miércoles pretendía ser una llamada al entendimiento entre ambas partes tras meses de disputas. Pero la propuesta planteada por el Gobierno no ha satisfecho las pretensiones de los sindicatos.
El intento por llegar a un nuevo acuerdo salarial se debe a que el anterior caducó en 2024, y durante los últimos meses, Gobierno y sindicatos habían acercado posturas. De hecho, en la última reunión, el Gobierno se había mostrado abierto a revisar la tasa de reposición de todos los funcionarios del país, en lo que parecía un paso adelante por llegar a un punto de encuentro.
"Este incremento es del todo inaceptable y supone un insulto a los empleados públicos", ha señalado CCOO a través de un comunicado donde reclama una propuesta "más ambiciosa o la huelga general en diciembre será una realidad".
Para CSIF, esta primera oferta no cubre la subida de los precios de 2025 y 2026 y ha apuntado que se seguirá negociando un acuerdo que permita recuperar poder adquisitivo, un rechazo que también comparte UGT, que de momento no quiere hablar de movilizaciones.
