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El juez procesa a Errejón por la presunta agresión sexual a la actriz Elisa Mouliaá

El juez procesa a Errejón por la presunta agresión sexual a la actriz Elisa Mouliaá

El magistrado considera que "los indicios existen" y que, por tanto, "el procedimiento no puede ser archivado en esta instancia".

El fundador de Podemos y Más Madrid, Íñigo Errejón.
El fundador de Podemos y Más Madrid, Íñigo Errejón, que desapareció de la escena pública después de conocerse las acusaciones de maltrato y acoso a mujeres.Europa Press via Getty Images

El juez que investiga al exportavoz de Sumar en el Congreso Íñigo Errejón por presuntas agresiones sexuales a la actriz Elisa Mouliaá en octubre de 2021 ha acordado procesarle al considerar que "los indicios existen y no han sido totalmente desvirtuados por la versión del investigado, su prueba pericial y documental". "El procedimiento no puede ser archivado en esta instancia", ha señalado en un auto el magistrado.

El instructor ha tomado esta decisión después de trece meses de investigación en los que ha tomado declaración tanto a Errejón como a Mouliaá, así como a testigos y psiquiatras. Como parte de las pesquisas, llegó a pedir al exdiputado y a la actriz que aportaran las conversaciones que ambos intercambiaron en las fechas cercanas a la supuesta agresión. Según la actriz, los hechos habrían ocurrido en el marco de la presentación de un libro del político y después de un año hablando por redes sociales.

Según el magistrado, al no existir testigos "presenciales" de los hechos pero sí contar con algunos testimonios de referencia y pruebas periciales, "el principal indicio probatorio" es la declaración de la propia Mouliaá, que ha analizado "desde el punto de vista de un instructor y no de un juzgador". En el auto, ha señalado que la actriz "no tenía ningún móvil espurio, enemistad, odio o venganza" contra el denunciado, "sino más bien todo lo contrario". Ha subrayado, además, que "su declaración es coherente en lo esencial".

Para el juez Adolfo Carretero, "las posibles lagunas o contradicciones" en la declaración de Mouliaá, "las aclaró tras un largo y exhaustivo interrogatorio, en el que en todo momento mantuvo la coherencia, explicando que si no reaccionó ante el abuso más rápidamente, como hizo en el tercer episodio, fue porque estaba aturdida, bloqueada ante la situación y la personalidad del presunto agresor, además del efecto de la bebida y los medicamentos que tomaba". "No se ven vaguedades ni contradicciones" en su testimonio, "salvo esa falta de reacción explicable por su bloqueo emocional y la repetida personalidad" de Errejón, que en ese momento era "un importante política".

En este punto, además, Carretero ha remarcado que el dirigente "dimitió de su cargo por conductas inapropiadas con mujeres", aunque Errejón manifestó que lo sucedido con Mouliaá no tuvo nada que ver con su decisión. "En relación con la persistencia en la incriminación hay que decir que el retraso en la denuncia según el Tribunal Supremo es un dato a tener en cuenta, pero que no supone que la denuncia tenga que ser falsa", apunta.

Y, respecto al hecho de que en una conversación telefónica Mouliaá haya dicho a una testigo que le parecía que los hechos no eran delito pero que tenía que denunciar, el juez ha destacado que "no supone que no lo sean". "La denunciante no es experta en Derecho ni tiene que calificar los hechos, bastando que los exponga, como ha hecho", agrega.

La denuncia de Mouliaá

La actriz Elisa Mouliaá declaró ante el juez que, en una fiesta a la que acudió con Errejón tras la presentación de su libro, el político adoptó "una actitud dominante", habiéndola agarrado "fuertemente" de la cintura y besado "de forma violenta", "dejándola sin respiración", ya en el ascensor subiendo a la vivienda. Una vez en la fiesta y, tras bailar y charlar con otros asistentes, Errejón habría llevado a Mouliaá "por la fuerza" a una habitación, donde se habrían producido tocamientos "sin su consentimiento". La actriz describió en su denuncia que Errejón le quitó el sujetador, le profirió frases "lascivas" del tipo "cómo me pones" antes de empujarla sobre la cama, sacarse su miembro y tocarla.

"Paralizada", "fue en ese momento cuando le dijo que ella quería seguir en la fiesta", declaró. Errejón, entonces, le habría contestado que "salía de la habitación con la condición de que en 20 minutos ambos tenían que irse a su casa". "Estuvieron un rato más en la fiesta", pero se trasladaron enseguida al domicilio del político. Allí, "sin mediar palabra", él habría reanudado los tocamientos. Ella "le comentó que se estaba sintiendo muy incómoda", que todo era "muy violento". Finalmente, le habría dicho: "Íñigo, solo sí es sí, parece mentira que me esté pasando esto contigo".

Íñigo Errejón ha negado durante todo el procedimiento la agresión, reconociendo solamente haber besado a Mouliaá en el ascensor y haberle realizado tocamientos pero "todo ello con su consentimiento".

Ninguno de los testigos que han declarado en la investigación presenció los hechos denunciados. Manifestaron que no vieron nada anormal ni tampoco se percataron si Mouliaá estaba o no bajo los efectos del alcohol. Uno de ellos sí dijo que la actriz, a la mañana siguiente, le dijo por teléfono que el dirigente político era "un baboso, que se había propasado con ella en la casa y que le tuvo que parar". El juez ha considerado que "las pruebas periciales refuerzan la versión de cada una de las partes".