El pseudónimo que el novio de Ayuso utiliza en Quirón: Alberto Burnet González
Su cargo sería el de “Director de Proyectos, Servicios Centrales”. También dispone de un correo corporativo del gigante sanitario pese a que siempre dijo que era un proveedor externo.

Alberto González Amador es también Alberto Burnet González. Ese es el nombre que utiliza la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dentro de su estrecha vinculación con el grupo Quirón.
Según explica este jueves el periodista José Precedo en eldiario.es, desde que estalló el escándalo de su doble fraude fiscal y la investigación por corrupción en los negocios que lleva a cabo un juzgado de Madrid, el empresario y comisionista aparece en los ficheros internos de Quirónprevención con un nombre inventado. Su cargo sería el de “Director de Proyectos, Servicios Centrales” y aparece adscrito a la oficina que Quirónprevención tiene en la calle Agustín de Betancourt, en Madrid.
Este dato es revelador puesto que González Amador siempre había dicho que él era un proveedor externo de Quirón que facturaba por sus servicios, y no una persona que trabaja dentro del grupo.
Tras esta información, Quirón se defiende asegurando que más de 1.500 personas externas a la compañía disponen de correos corporativos del grupo y que el cambio de identidad de Alberto González Amador se llevó a cabo hace dos años "por la gran cantidad de correos que recibía en la cuenta anterior tras hacerse pública su relación" con Ayuso. Un romance que comenzó en el año 2021, según las informaciones de aquel año.
Según recuerda eldiario.es, el Gobierno de Ayuso ha pagado al gigante sanitario entre 2021 y 2024 casi 5.000 millones de euros, el doble de lo que la Consejería de Sanidad había presupuestado.
Procesado por fraude fiscal y falsificación
La Audiencia Provincial de Madrid confirmó el pasado mes de noviembre el procesamiento de la pareja de Ayuso por dos delitos de fraude fiscal y falsedad documental después de que los jueces rechazaran los dos recursos interpuestos por su defensa.
Para comprender el origen de todo el caso respecto a Alberto González Amador hay que retrotraerse a mayo de 2022, cuando Hacienda concluyó que la pareja de Ayuso había defraudado 350.910 euros de dinero público a través de 15 facturas falsas. Una causa que posteriormente se filtraría y llevaría a la presidenta madrileña a calificar la acusación como una cacería contra ella misma.
La denuncia contra González Amador se ha llevado por delante al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, después de que el Supremo le condenara a una inhabilitación por supuestamente revelar a la prensa unos emails del abogado del novio de Ayuso para contrarrestar un bulo difundido por el jefe de gabinete de la presidenta madrileña. En el juicio, González Amador alegó que la filtración le causó una indefensión “con una intensidad jamás vista” y que eso le convirtió en el "defraudador confeso de España". Hasta el punto de que sólo le quedaba "suicidarse" o irse de España.
La sentencia del Supremo, sin embargo, consideró "desmesuradamente ambicioso" achacar al fiscal general del Estado esos señalamientos públicos contra él. "Los perjuicios alegados tintes seguramente exageradamente tremendistas, aunque entendibles desde su posición de acusación y sus intereses", señalan los magistrados.
