“Esto ya es un problema nacional”

Alberto Núñez Feijóo sopesa qué decisión tomar en la Comunidad Valenciana mientras su silencio alimenta las especulaciones en un partido que se reconoce apesadumbrado por la situación. Carlos Mazón ya ha dejado claro que no piensa dimitir. Y los suyos avisan de que, llegado el caso, no descartan plantar batalla, lo que provocaría un auténtico terremoto interno en una de las estructuras más importantes del PP.

“La clave es Vox”, resume un alto cargo. ¿Por qué? Porque dependiendo de Santiago Abascal se podría articular o no un recambio en la presidencia del Gobierno autonómico. “Mazón ya es un lastre muy pesado, pero necesitamos a Vox para la operación”, explican internamente. María José Catalá es la señalada, aunque, según Génova, no existe una negociación en este sentido.

Cargos próximos a Mazón descartan la vía Catalá. Aseguran que Vox la tumbaría en las Cortes y que además rompería al partido. En este punto, cabe recordar que el barón valenciano tiene una buena relación con Abascal. “Es conveniente que estemos todos centrados en la reconstrucción”, le echaron un capote. “Antes que Catalá, mejor elecciones”, sugieren en el Gobierno regional.

Además, no pocos cargos apuntan a la enemistad de la regidora con Francisco Camps, fuera de las estructuras oficiales de poder, pero con mucho predicamento todavía en los cuadros intermedios y las bases. “Podría montar un partido”, avisan. Los ecos han llegado también a Génova.

Una bomba de relojería que contiene más elementos a tener en cuenta. Algunos cargos del partido sugirieron en las últimas horas la posibilidad de forzar una gestora en el PP valenciano como gesto de autoridad de Feijóo. Un extremo que tuvo que ser desmentido oficialmente por Génova. “Es una locura tomar esa decisión unilateralmente. La tensión aquí es enorme”, explica un relevante alcalde. “¿Qué podría ocurrir? La ruptura del partido”, añade sin titubeos.

Este viernes, plenamente consciente del ruido interno que le rodea, Mazón lanzó un mensaje nítido ante la nube de periodistas que le perseguía: “Vamos a trabajar, estamos en la recuperación, esto es lo más importante”. Traducido, pese a la presión, asegura que no piensa dimitir, favoreciendo así un cambio al frente de la presidencia del Ejecutivo. “Sería dar la razón a quienes le piden irse y no va a ocurrir”.

Su plan es resistir. Contra viento y marea. De hecho, su equipo aseguraba en las últimas horas que tendrá agenda en la Fallas, aunque teniendo claro que “lo importante son las fiestas y los valencianos, no su presidente”. Y ello pese que Feijóo está cada día que pasa más incómodo, como se encargan de deslizar fuentes populares.

“Aquí hay un acuerdo con Feijóo. Liderar la recuperación, y en eso estamos. Todo lo demás que está saliendo lo tendrán que explicar otros”, en palabras de un consejero. “Ahora están filtrando -la dirección nacional- unos supuestos sondeos de que nos vamos a hundir en Valencia. Eso va a ocurrir si esto no se para”, afirma otro regidor alicantino. La sensación de descontrol es compartida en la comunidad y también en otros territorios.

Los barones consultados por El HuffPost admiten que hay que ser muy cuidadosos con los pasos a dar. No puede ocurrir, argumentan, que Feijóo dé una orden y que esta no se cumpla en la estructura valenciana. Ya que, en tal caso, la crisis daría un salto cualitativo al ponerse en duda el liderazgo del líder gallego.

“Feijóo y Mazón deben tener una conversación y ver qué es lo mejor para Valencia y para el partido. Aún queda tiempo para las elecciones”, expone un presidente con mando en plaza. Otro homólogo comparte el diagnóstico, y añade: “Esto ya es un problema nacional. Nos afecta a todos, a todo el partido. Hay que buscar una solución”.