Vox, "la España que madruga", a punto de perder su turno en el Congreso por no estar en el hemiciclo

Vox, "la España que madruga", a punto de perder su turno en el Congreso por no estar en el hemiciclo

Sus 33 diputados se ausentan del hemiciclo durante los primeros minutos de la sesión y cuando les toca hablar no están presentes

La presidenta del Congreso, Francina Armengol

El último teatrillo de Vox casi le cuesta al partido de Abascal su intervención en el debate sobre el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados. Tal como recogía el calendario de la Cámara, el pleno de este jueves arrancaba a primera hora debatiendo las dos enmiendas a la totalidad con texto alternativo que han presentado PP y Vox para impedir el cambio de reglamento que permite emplear estos idiomas en toda la actividad parlamentaria.

Concretamente, la enmienda de Vox exige que los diputados, además de estar obligados a asistir al pleno y a las comisiones de las que forman parte, empleen el español tanto en sus intervenciones orales como en los escritos que presenten.

En la sesión de este jueves, el diputado del PNV Agirretxea Urresti ha sido el primero en presentar una enmienda parcial y luego le tocaba a Vox. Cuando el dirigente del PNV ha bajado de su escaño, Armengol se ha extrañado al observar los asientos vacíos de los diputados de la ultraderecha. "Por parte del grupo parlamentario Vox...", ha comenzado diciendo para luego quedarse callada ante su sorpresa. Un estupor que, incluso, ha mostrado con su cara en un gesto de confusión por lo que estaba ocurriendo.

Finalmente, el ministro de la presidencia en funciones, Félix Bolaños, le ha advertido de que la portavoz de Vox, Pepa Millán, estaba entrando en esos momentos por la puerta del hemiciclo para intervenir junto con Abascal. "Ah, perdón, que no la había visto", se ha excusado de algún modo Armengol. El resto de los dirigentes de Vox han entrado a continuación para escuchar a su portavoz. 

Probablemente, la España que madruga ha decidido prescindir de la intervención del dirigente del PNV al predecir que sería en euskera y, así, entrar algo más tarde en la Cámara Baja. Pero su último gesto de 'rebeldía' ante las lenguas cooficiales casi les impide llevar a cabo su propia intervención.