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Mouliaá pide tres años de cárcel para Errejón por abuso sexual

Mouliaá pide tres años de cárcel para Errejón por abuso sexual

También exige 30.000 euros "por daños morales y por los daños sufridos"

Elisa Mouliaa, tras declarar ante el juezEuropa Press via Getty Images

La actriz Elisa Mouliaá ha reclamado que se abra juicio contra el exdiputado Íñigo Errejón y que sea condenado a 3 años de cárcel, ya que le acusa de un delito continuado de abuso sexual.

En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, Mouliaá pide que Errejón sea condenado a indemnizarla con 30.000 euros "por daños morales y por los daños sufridos a consecuencia del abuso sexual o, subsidiariamente la que se determine en su caso, en fase de ejecución".

También solicita que se abra pieza separada de responsabilidad civil contra el acusado, así como se le requiera el abono de fianza y, en caso de no ser abonada, se realicen diligencias para averiguar su situación patrimonial.

Errejón, que niega los hechos, recurrió su procesamiento por un presunto delito de agresión sexual que habría cometido contra la actriz una noche de octubre de 2021, al entender que no existen "mínimos indicios" de culpabilidad.

Su defensa sostiene que las diligencias practicadas durante la fase de investigación "descartan la existencia de mínimos indicios de criminalidad y corroboran el inventado relato de la denunciante".

La actriz, mientras, recoge en su escrito de acusación que conoció y mantuvo contacto con Errejón a través de las redes sociales Instagram y Telegram desde un año antes de los presuntos hechos, el 8 de octubre de 2021, cuando se produjeron "tres episodios de índole sexual que son constitutivos de un delito continuado contra la libertad sexual".

Mouliaá relata que ese día asistió a la presentación de un libro de Errejón, que él le invitó después a tomar unas cervezas en un bar y que ambos acudieron a una fiesta en casa de unos amigos de ella, a la que invitó al entonces diputado "por cortesía".

Fue en el trayecto en taxi desde el bar hasta la vivienda donde tenía lugar la fiesta cuando, según el escrito, Errejón le dijo que le iba a imponer tres reglas: "que no se alejase mucho de él esa noche, que si lo hacía no fuese a más de veinte metros de él y regresase en un minuto, y que esa noche le diese un beso".

"Cuando accedieron al edificio, y en concreto, dentro del ascensor, el acusado le refirió a Mouliaá que la tercera regla la iba a romper en ese momento, agarrándole sin su consentimiento y de forma sorpresiva fuertemente de la cintura, incapaz de zafarse, comenzándole a besar", indica.

El segundo episodio que denuncia tuvo ocasión --añade-- en el interior de la casa donde se celebraba la fiesta y "se produjo cuando, aprovechando que Mouliaá había bebido alcohol y estaba afectada por la combinación del mismo, lo que mermaba su voluntad y la hacía más vulnerable, el acusado la cogió del brazo con fuerza y la llevó a una habitación, donde sin su consentimiento la empujó hacia la cama", le tocó partes íntimas y ella "se zafó como pudo".

Por último, cuando estaban de camino a casa del acusado, a lo que ella accedió por "el estado de bloqueo emocional y la afectación etílica que mostraba, a pesar de que su padre la contactó telefónicamente para comunicarle que su hija presentaba una temperatura de 40 grados", Errejón "volvió a tocar y manosearla" de nuevo "sin su consentimiento".

"Mouliaá en esta ocasión reaccionó parándole en seco, expresándole que se sentía muy incómoda e invadida, que la dejase en paz, aludiendo a la ley 'solo sí es sí' que propugnaba el partido del que el Errejón era portavoz parlamentario, marchándose en ese momento a su domicilio", expone su abogado.

La actriz advierte de que, "por un conjunto de episodios personales y de estos hechos denunciados", ha sufrido "estrés postraumático" y precisado tratamiento psicológico.

Errejón aseguró que "el único ánimo" que ha llevado a Mouliaá a denunciar a alguien de su "relevancia pública", según presume, fue para "obtener una notoriedad e ingresos de los que carecía hasta ese momento, después de varios años sin trabajar, aprovechándose del impacto mediático de su dimisión.

"Para 'subirse a una ola' de la que, a fecha de hoy, no se ha bajado, habiendo adquirido una evidente popularidad y conseguido una frecuente presencia en medios de comunicación", manifestó.

Al mismo tiempo, criticó que el juez instructor "cree a pies juntillas a la denunciante, y no lo que han declarado de forma uniforme, coincidente y sin contradicciones los testigos presenciales e imparciales, que la desmienten íntegramente, entonces todos habrían cometido un falso testimonio excepto Mouliaá".