Puigdemont, tras romper con el PSOE: "Si lo ratifica la militancia, el Gobierno podrá ocupar sillones, pero no gobernar"
El expresidente catalán no ha querido mencionar una posible moción de censura, aunque avisa a "este y a otros" posibles Gobiernos. Defiende que Junts "ya no se fía" del PSOE ni de Pedro Sánchez y anuncia su paso a la oposición parlamentaria dos años después de su pacto de legislatura.

La amenaza ya es real. Y, como avanza Carles Puigdemont, "si lo ratifica la militancia, el Gobierno podrá ocupar sillones, pero no gobernar". Junts ha roto con el PSOE y ha dinamitado la mayoría de legislatura que aupó a Pedro Sánchez. Lo ha anunciado el expresidente catalán y líder de los postconvergentes, bajo la excusa de que "ya no hay confianza política, que es de lo que se trata" y de que no se fían del PSOE. "El responsable máximo" de la crisis, ha insistido.
En su esperada intervención desde Perpignan, con una no habitual puntualidad, Puigdemont no ha anunciado nada que realmente no se supiera y que, en la práctica, no fuera ya una realidad parlamentaria. Por la mañana, la plana mayor de Junts avalaba por unanimidad "romper" su acuerdo de legislatura sellado en Bruselas en noviembre de 2023.
Puigdemont ha detallado que el 'sí' absoluto de la directiva de Junts pasa ahora a manos de la militancia en una consulta exprés que acabará este jueves. Y si entonces las bases dan la razón a la cúpula, "a partir de ese momento, el Gobierno no tendrá mayoría de legislatura. Sí podrá ocupar sillones, pero no tendrá capacidad para gobernar".
"No vamos a seguir ayudando a un Gobierno que no ayuda a Cataluña", insistía el expresident que, de inmediato, mandaba un aviso a quienes contemplan una potencial moción de censura instrumental. "Ni a este Gobierno... ni a ningún otro que no ayude a Cataluña".
Sin meterse a la moción, añadía que "cuando Junts ha tenido que elegir entre PSOE o PP eligió al PSOE hace dos años en Madrid y al PP en Barcelona", evidenciando que ellos no se atan con nadie, algo que sí achaca al PSC. Al partido de Salvador Illa le acusa de llevar a cabo una "alianza tripartita con PP y Vox" con el único fin de "bloquear las iniciativas de Junts para Cataluña".
De vuelta al PSOE, Puigdemont ha ido desgranando su particular memorial de afrentas, deteniéndose en lo que ha definido como "un aviso muy serio" lanzado el pasado año, al proponer una moción de confianza contra Pedro Sánchez. "La mediación en Suiza planteó que sería interesante una prórroga y parecía que habían entendido el mensaje. Pero no, pasó el tiempo y no", ha proseguido el político catalán.
"Estamos casi a mitad de legislatura y lo que no se ha cumplido ya dudamos se haga en una semana. Constatamos que no hay confianza, no al menos a nivel político, que es lo que importa, aunque quizás la haya a nivel personal". Por todo ello y tras afirmar que en este tiempo "no ha habido resultados que justifiquen y que den por válida la vía abierta", Junts pasa a la oposición, dejando al Gobierno de coalición en minoría parlamentaria.
Culpa única de los socialistas, ha querido insistir (por si no quedaba clara su posición). Porque a ojos de Puigdemont "el PSOE ha considerado que sus tiempos y ritmos eran los únicos válidos, ignorando su debilidad parlamentaria y ha menospreciado los avisos y las señalas que hemos ido avisando en estos 22 meses de trabajo y 19 encuentros en Suiza".
La respuesta del PSOE y lo que está "en manos de otros"
Ferraz no ha perdido detalle de la intervención de Carles Puigdemont y en una respuesta orgánica inmediata ha insistido en la "mano tendida" ofrecida por la portavoz socialista horas antes. "Seguiremos ofreciendo la que es, ha sido y será nuestra mejor baza: el diálogo".
Más allá del protocolario "respeto" a la decisión interna de Junts, "en lo que está en nuestra mano, entendemos que tanto el Gobierno como el PSOE estamos cumpliendo lo pactado". Y "en lo que está en manos de otros, estamos trabajando para que se cumpla".
