Así se gestó la coalición entre Sumar y Podemos: claves de 24 horas de infarto

Así se gestó la coalición entre Sumar y Podemos: claves de 24 horas de infarto

La formación de Yolanda Díaz registra su proyecto para las elecciones del 23 de julio con Ione Belarra en las listas pero sin Irene Montero ni Pablo Echenique.

Yolanda Díaz, el pasado 22 de mayo, en un acto.SOPA Images

Sumar y Podemos irán en coalición a las elecciones del 23 de julio. Es la gran noticia de la semana, que llegó con suspense hasta prácticamente las últimas horas del día en el que se acababa el plazo legal para registrar coaliciones ante la Junta Electoral.

Final feliz para Sumar y agridulce para Podemos, que esperaba más, mucho más, del reparto de puestos en las listas del partido de Yolanda Díaz. 

Aun así, muchos votantes de izquierdas han respirado aliviados a última hora del viernes al ver, por fin, hecha realidad uno de los grandes sueños de la izquierda: la unidad de los partidos progresistas más allá del PSOE. 

Pero no ha sido fácil. Las últimas 24 horas han sido un suspense total, con una consulta a la militancia y una comparecencia de la líder de Podemos, Ione Belarra, que costaron entender. 

Jueves: la presión territorial y una consulta sorprendente

Todo comenzó el jueves por la mañana, cuando la izquierda española amaneció con la cuenta atrás apremiando a Sumar y Podemos. 

El viernes a medianoche expiraba el proceso para registrar coaliciones y todavía no había noticias de avances en las negociaciones. Mientras se esperaban novedades, otros partidos que ya habían anunciado que se integrarían en el partido de Díaz iban oficializando sus decisiones. 

El día se le hacía largo a Podemos y a su dirección, ya que numerosos líderes territoriales presionaban para que se decidiera de una vez por todas aceptar entrar en Sumar. 

Pasadas las 13:30 horas del jueves, Ione Belarra, líder del partido, publicaba un vídeo en sus redes sociales anunciando una consulta con sus bases —los conocidos como "inscritos"— para pedirles su aval para "negociar" con Sumar y para acordar una eventual coalición. 

La consulta dejó a muchos sorprendidos, ya que era por todos sabido que Podemos ya estaba negociando con Sumar. Es más, en el propio vídeo Belarra reconocía que dichas negociaciones no estaban resultando fáciles. 

Podemos explicó a este diario que la consulta se hacía para cumplir con los estatutos, que obligan a la dirección a recibir el 'ok' de las bases a cualquier acuerdo de coalición electoral. "Obviamente, se estaba negociando ya", reconocían en el partido, al ser preguntados por qué se pedía aval para negociar con Díaz y su equipo. 

La consulta a la militancia arrancó oficialmente a las 13:30 horas del jueves y duró hasta las 10:00 horas de este viernes. 

Viernes por la mañana: aval mayoritario de las bases a la dirección de Podemos

Pasadas dos horas del plazo establecido para el final de la consulta, Podemos hacía públicos los resultados de la misma: aval mayoritario de las bases a la dirección del partido para negociar y acordar con Sumar. 

En total, un 93% de los inscritos que participaron (unos 52.800), votaron que sí a la pregunta planteada por la Ejecutiva del partido. 

Un aval que Belarra y los suyos recogieron y que la propia líder de Podemos valoró en una declaración pública emitida desde las redes del partido. 

Viernes a mediodía: Belarra carga contra Díaz pero da por hecha la coalición

En dicha declaración, la secretaria general de Podemos y ministra de Asuntos Sociales se mostraba muy crítica con Sumar. Y, más concretamente, con Yolanda Díaz, a la que llegaba a citar en varias ocasiones. 

"Concurriremos a las elecciones generales con Sumar, esa decisión está tomada", dejaba claro desde el principio la líder de Podemos, quien no ocultaba su decepción por el "veto" a Irene Montero, titular de Igualdad, cuya presencia en las listas era un "obstáculo insalvable" para el acuerdo según el equipo de Sumar, tal y como explicó la propia Belarra. 

"Me entristece profundamente que Yolanda, a través de su equipo, proponga que el acuerdo electoral de coalición se construya sobre la exclusión a una compañera que ha llevado las transformaciones feministas más lejos que nadie antes en nuestro país, que ha construido con su equipo toda una nueva generación de derechos feministas: la nueva ley del aborto, la ley del 'sí es sí', la ley trans, y que ha representado el mandato que cientos de miles de mujeres le dimos en las calles", criticó Belarra. 

"La firma de Podemos en la coalición está garantizada, pero queremos un acuerdo justo. El acuerdo puede darse en poco tiempo si hay voluntad de Yolanda", aseveró la líder de Podemos, que acusaba a Sumar de pedirle a su formación que sacrificase a "su principal activo político", en referencia a Montero. 

Viernes por la tarde: dudas, nervios, preguntas

Entonces, ¿había acuerdo o no había acuerdo? ¿Iba a firmar Podemos la coalición o dependía de que Sumar levantase el veto a la ministra de Igualdad?

Desde el partido de Yolanda Díaz lo tenían claro: Podemos está de sobra representado en la propuesta de listas que se les puso sobre la mesa y, en ningún caso, Sumar iba a dejarse arrastrar a un escenario como el que ocurrió en Andalucía en las últimas elecciones autonómicas en ese territorio, cuando el pacto de coalición entre partidos de izquierdas se retrasó tanto, que la propuesta que tenía que presentar Podemos se registró fuera de tiempo, quedando fuera de la misma.

Podemos explicaba a este rotativo que, se mantuviera o no el veto a Montero, la firma del partido morado estaría en el acuerdo de coalición. 

Eso sí, confiaban en poder hacer cambiar de idea a los negociadores de Díaz respecto a la inclusión de la ministra de Igualdad en las listas. 

Había tiempo, ya que lo que se acababa este viernes no era el plazo para presentar candidaturas, sino el plazo para presentar coaliciones. Las listas, por tanto, se podían negociar en los próximos días. 

Pero Sumar nunca contempló este escenario: querían cerrar el acuerdo ya y ponerse manos a la obra, dejar el ruido a un lado y comenzar el camino a las elecciones con todo sellado. 

Por eso, mientras se esperaba a que llegase la confirmación del acuerdo, comenzaban a darse a conocer los puestos ya acordados con otras formaciones. Por ejemplo, con Más Madrid y Más País, que se garantizaban los puestos 3, 4, 7 y 10 de la lista por Madrid. El número cuatro, para más inri de Podemos, era un conocido exmiembro del partido morado: Íñigo Errejón, líder de Más País. 

Otras fuentes conocedoras de la negociación explicaban que Sumar había ofrecido a Podemos el puesto 5 por Madrid, el 4 por Barcelona y el primero en circunscripciones como Murcia, Cádiz, Navarra, Gipuzkoa y Las Palmas (Canarias).

Viernes por la noche: llega el acuerdo... y las listas

Y entonces cayó el premio gordo. Minutos después de las 20:00 horas, saltan las primeras alertas: hay acuerdo entre Sumar y Podemos para ir en coalición el 23J. Y lo más importante, se conocen nombres y puestos en las listas.

Ione Belarra irá como número cinco por Madrid, mientras que Lilith Verstrynge será la número cuatro por Barcelona. ¿E Irene Montero? Nada, no está. Como tampoco Pablo Echenique, ni Rafa Mayoral, ni Vicky Rosell... 

El resto de la lista por Madrid la componen Pablo Bustinduy, ex de Podemos, como número dos; y la activista saharui Tesh Sidi, de Más Madrid, como número tres. 

Podemos sí logra primeros puestos en circunscripciones como Murcia, Granada, Álava, Gipuzkoa y Navarra. 

Por si había dudas respecto a posibles modificaciones de estas listas, en Sumar respondían claramente: son listas cerradas y pactadas con todos los partidos, no sólo con Podemos. Fin al asunto. 

Y a celebrar lo que consideraban un hito. Porque Sumar no sólo supone la unión con Podemos, sino con otras catorce formaciones de izquierdas: Izquierda Unida, Catalunya en Comú, Más Madrid, Más País, Compromís, Chunta Aragonesista, Més per Mallorca, Més per Menorca, Verdes Equo, Alianza Verde, Batzarre, Proyecto Drago, Izquierda Asturiana e Iniciativa del Pueblo Andaluz.

"El acuerdo más amplio y plural de toda la etapa democrática en España entre fuerzas progresistas y verdes", resumía el partido de Díaz tras registrar en la Junta Electoral la coalición. "La pluralidad de Sumar es la pluralidad del país y queremos hacer de ello un signo de identidad de esta coalición electoral, que constituye la principal alternativa para que la ciudadanía progresista recupere la esperanza", añadían. 

"Sumar es un movimiento ciudadano y un proyecto político que aspira a gobernar nuestro país y transformar nuestra sociedad. Hoy estamos un paso más cerca de ello", afirmaban en el documento, que concluía con estas dos frases: "El futuro es una obra abierta. Salimos a ganar el país".

Así, con estas palabras, finalizaban 24 horas de infarto en las que muchos votantes de izquierdas han estado en vilo a la espera de un final feliz. Ahora, como pedía Joan Baldoví, de Compromís, "toca regar". 

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