Salvador Illa, el gran apoyo de Sánchez un año después de su investidura como 'president'
El jefe del Ejectivo lo citó en Moncloa tras el escándalo de Santos Cerdán y ahora coincidirán de vacaciones en Lanzarote. Cataluña, uno de los territorios donde el PSOE sufre un menor desgaste electoral.

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, se ha convertido en el nuevo hombre de confianza de Pedro Sánchez. El líder catalán pasará en agosto unos días de vacaciones junto al presidente del Gobierno en Lanzarote, isla a la que Sánchez llegó este pasado sábado junto a su familia para alojarse en la residencia oficial de La Mareta. Se trata, según recuerda El País, del segundo verano consecutivo que Illa y Sánchez pasan juntos en Canarias dada la estrecha relación de amistad que les une. "Incluso exhiben apego a un mismo amuleto: los dos llevan una pulsera roja en la muñeca", añade el diario. Ninguno, por el momento, ha dado explicaciones sobre su significado.
Aunque se conocen desde hace muchos años, cada vez es más evidente la complicidad y confianza que ambos políticos se demuestran. Hace poco más de un mes, después de conocerse el explosivo informe de la UCO que vinculaba directamente a Santos Cerdán con la 'trama Koldo', Illa fue de los pocas personas que fueron recibidas por Sánchez en la Moncloa durante aquel traumático fin de semana para los socialistas. Su visita, que no estaba recogida en la agenda oficial, hizo que comenzarán a circular rumores sobre una posible dimisión de Sánchez en favor de Illa como candidato a una hipotética investidura. “La opción de Illa es interesante porque es un candidato de consenso. Además, cuenta con el respeto de Felipe González o García Page, siempre han hablado bien de él”, analizaba un dirigente socialista, en conversación con este periódico.

Pero nada más lejos de la realidad. Sánchez ha expresado en reiteradas ocasiones su compromiso de seguir en el Gobierno hasta 2027, fecha en la que está fijada la próxima convocatoria electoral. Illa, mientras, ha demostrado de forma continua su lealtad al presidente del Gobierno en un momento en el que el líder socialista ha visto cómo dos de sus máximos hombres de confianza en el pasado, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, han resultado ser un lastre para su imagen política. "Pedro Sánchez ha realizado un trabajo muy notable. Cuando veo que es el único líder que tiene el coraje político y la sinceridad de decirle a la OTAN que no se puede destinar el 5% del PIB a Defensa, me siento orgulloso", decía este domingo el presidente de la Generalitat al regreso de su viaje oficial por China y poco antes de cogerse vacaciones.
Como señalaba El Periódico, Sánchez e Illa se conocieron durante un trayecto en coche de Barcelona a Granollers en la primavera de 2014. Por entonces, el madrileño era candidato a las primarias para convertirse en el secretario general del PSOE e Illa le recogió en Sants para acudir a un acto del partido. Sin embargo, no fue hasta que Illa entró en el gobierno como ministro de Sanidad, en 2020, cuando la relación entre ambos fue más estrecha.
En un momento tan duro como el de la pandemia del coronavirus, Illa se erigió en uno de los principales valores del gobierno de coalición. Una circunstancia que Sánchez aprovechó para hacerle líder del PSC y, posteriormente, brindarle todo su apoyo para ser presidente de la Generalitat. El primero con carnet socialista desde el año 2010 con José Montilla.
Illa es ahora el principal apoyo de Sánchez en un momento de grave fractura interna dentro del PSOE por temor al alcance que puede llegar a tener el 'caso Koldo'. A su vez, también es su salvavidas en un momento de supuesto derrumbe electoral. Según las encuestas que se están publicando en las últimas semanas, el PSOE pierde escaños en muchos de los territorios. En Cataluña, sin embargo, conservaría los 19 del 23-J o, como mucho, sólo cedería uno. La fortaleza del PSC es indispensable para que Sánchez pueda soñar con una reedición del gobierno progresista en 2027, si finalmente él es el candidato.
Aunque no vacila en su función como presidente de la Generalitat, Illa también hace "política nacional" criticando a otros barones autonómicos del PP. Por ejemplo, este domingo también en Ara acusando a la Comunidad de Madrid de propugnar un modelo de acumulación insolidaria de recursos. "Debemos poner freno a esta competencia desleal y dumping fiscal de Madrid", señalaba. Ayuso le respondía poco después en redes sociales: "La Comunidad de Madrid aporta el 80% de su recaudación; el 70% de la caja común. Solo con el margen regional bajamos los impuestos mientras la Generalidad fríe a los catalanes para sus negocios a costa de todos los españoles".

A Sánchez e Illa, además de su estrecha amistad, también les une su incapacidad para aprobar presupuestos. Ambos han prorrogado las cuentas y enfilan ya 2026 con la esperanza de lograr los apoyos suficientes para sacarlos adelante. En un caso y en otro, la voluntad de negociación de los partidos independentistas catalanes será fundamental para culminar con éxito esta misión.
Al margen de los Presupuestos, Illa cumplirá este viernes un año como president con la nueva financiación para Cataluña como asignatura pendiente. El compromiso, adquirido por Sánchez en la negociaciones para su investiduta, tuvo hace dos semanas un nuevo empujón en una reunión bilateral entre Gobierno y Generalitat en la que ERC vio poca "concreción". El acuerdo que salió de allí contempla que la Hacienda catalana acabará recuadando todos los impuestos, aunque no han quedado definidos ni plazos ni cifras. Hace unos días, la Generalitat decidía retrasar hasta 2028 el inicio de la recaudación del IRPF, pese a que en el pacto suscrito con ERC se ponía como fecha tope 2026.
Resolver esta cuestión, que se antoja casi imposible por la posición en contra de teóricos socios del gobierno como Podemos, Compromís o la Chunta, será clave para dar Presupustos a Cataluña y a España. Además, durante este último año, Illa ha pactado con Aena ampliar el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, ha avanzado en el traspaso de las competencias de Rodalies y ha apostado por mantener el tope de precio a los alquileres regulares. Por último, y no menos importante, ha conseguido contener en mínimos el apoyo de los catalanes al independentismo.
