Sánchez, tranquilo ante la posibilidad de nuevas filtraciones de sus conversaciones privadas: "Es salsa rosa"
El Gobierno insiste en que no saldrá información comprometida. Ábalos enreda más la polémica al decir que autorizó la difusión de parte de los mensajes publicados.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está "tranquilo" después de que el diario El Mundo haya revelado durante estos últimos días diferentes conversaciones que mantuvo en el pasado con su entonces ministro José Luis Ábalos. Según fuentes del Ejecutivo, el líder socialista considera que la difusión de estos mensajes forma parte de la espiral de ataques que lleva sufriendo su círculo más íntimo. Ahora, según las mismas fuentes, se ha dado un paso vulnerando su "intimidad" con WhatsApps que son meramente "chascarrillos sin contenido político".
La preocupación del Gobierno ahora es conocer la cadena de intermediarios que facilitó la publicación de estos mensajes. El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ya señaló el pasado martes tras el Consejo de Ministros que no correspondía al Ejecutivo señalar a ningún culpable de la filtración, pero sí confiaba en que se investigaría "a fondo" para conocer "quién ha sido y qué otros mensajes privados están en poder de personas capaces de cometer delitos". "Nosotros no prejuzgamos quién ha podido cometer esa vulneración, pero entendemos que habrá una investigación judicial. Y si no la hubiera, nosotros iniciaremos las acciones legales pertinentes", añadía.
Según el Gobierno, no hay indicios de que Ábalos pueda estar detrás de estas publicaciones. "No necesita filtrar nada para mandar un aviso. Siempre hay formas de hacer llegar una amenaza”, aseguran. Pero tampoco quieren señalar a la UCO o al juzgado por el calado de dicha acusación.
Este miércoles, Ábalos enrevesaba aún más el asunto al asegurar que varias personas del ámbito de su "defensa" tuvieron acceso a los mensajes enviados entre ellos en 2023. Un contenido que él habría guardado celosamente para escribir sus memorias y no para posibles chantajes. En estos mensajes, Sánchez le reconocía - por ejemplo - que había echado de menos trabajar con él desde su salida del Gobierno en 2021. "Siempre he valorado mucho tu criterio político. También tu amistad. En fin. Te mando un abrazo", le decía.
Unos whatsApps que Ábalos autorizó a que se difundieran en El Mundo al entender que eran "de carácter positivo" tanto para Sánchez como para él. "Demuestran que no es cierta la argumentación que usa la derecha y sus medios afines de que el presidente ocultaba las razones de mi cese por mi gestión como ministro", dijo ayer en su perfil oficial de X. Pero remarcó que él no los filtró, sino que se limitó a confirmar al medio que eran reales.
Más dudas hay sobre los mensajes relativos a 2020 y 2021, a los que - según señalaba este miércoles El País - sólo dos personas tenían acceso. El propio Ábalos y su exasesor Koldo García, que guardaba todo en dos discos duros requisados por la Unidad Central Operativo (UCO) de la Guardia Civil durante un registro a su casa en febrero de 2024. Según el diario, Ábalos pidió a Koldo que custiodara esta información con una clave de acceso que sólo conocía el exministro. Cómo acabaron entonces en las páginas de El Mundo es todavía un misterio.
En todo caso, el Gobierno no se siente víctima de ningún "chantaje" con esta difusión y no espera que pueda salir "información comprometida" para Sánchez. Y, mucho menos, algo que pueda considerarse como "delictivo". Pero sí preocupa ver estos mensajes en los medios porque suponen una violación de su intimidad. "Es como si entraran en tu casa. Han conseguido entrar en un espacio privado y a priori seguro", dicen estas fuentes. Dicha preocupación también se la transmitió Sánchez a la cúpula del PSOE en unos mensajes que envío tras conocer las primeras informaciones, según señala EFE.
Públicamente, el líder socialista ha evitado pronunciarse hasta ahora sobre esta polémica. En la sesión de control al Gobierno de este miércoles en el Congreso, el presidente simplemente dijo que la filtración de la que ha sido víctima se podía considerar un "delito". Pero la enmarcó también dentro de la estrategia del PP de "judicialización de la vida política y la expansión de bulos". "Quieren ganar por agotamiento, pero en 2027 perderán por aburrimiento", dijo Sánchez como réplica a un Feijóo que sí armó su ataque en base a estos mensajes.
"Algunos se preguntaban por qué incorporó a Ábalos a las listas del Congreso. Pues porque usted le tiene miedo. Y ahora culpan a los periodistas, a los jueces... Se ha atrevido a difamar a la Guardia Civil y a la UCO. Haga el favor, váyase. Convoque elecciones. Algo de bochorno va a ahorrar a los españoles. Siga echando de menos al señor Ábalos. Nadie le echará de menos a usted", señaló Feijóo. Una forma de hacer oposición que el Gobierno se limita a tildar de "casquería".