La vida oculta de nuestros genes

La vida oculta de nuestros genes

Por mucho tiempo se creyó que sólo una pequeña parte de nuestro ADN desempeñaba un papel esencial en los procesos de la vida y al resto se le despreciaba y llamaba ADN basura. Sin embargo, ahora sabemos que ese ADN basura no es quizás sino la clave verdadera de la vida.

Dos Premios Nobel, Watson y Crick, descubrieron la estructura del ADN o clave de la vida en 1953. Desde ese día los avances en genética y biología molecular han sido imparables. Severo Ochoa, Nobel español, participaría también en esta carrera con el fin último de descifrar el enigma de la vida y de su inseparable enemigo, la muerte. Recordemos por ejemplo el clonaje de la oveja Dolly o la publicación de la primera versión del genoma humano en 2001 por parte de Celera Genomics y el Proyecto Genoma Humano. El ser humano había aunado fuerzas para poder entenderse a sí mismo y tratar de dar respuesta a las preguntas que asaltan a cada uno de nosotros durante nuestra efímera existencia: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? Y ¿A dónde vamos?

Hace poco más de diez años muchos creyeron que la carrera había llegado a su fin y podríamos por fin jugar a ser dioses. Sin embargo, esto marcaría el comienzo de una nueva carrera que como veremos solo acaba de comenzar. Este código maravilloso que llamamos ADN y que en su conjunto se denomina genoma, encierra no sólo la secuencia mágica de nuestros genes que da lugar a la vida, sino también un lado oscuro y misterioso que aún apenas comenzamos a entender.

Por mucho tiempo se creyó que sólo una pequeña parte de nuestro ADN desempeñaba un papel esencial en los procesos de la vida y al resto, la gran mayoría, se le despreciaba y llamaba ADN basura, cuyo significado va ímplicito en su nombre. Sin embargo, en la actualidad sabemos que ese ADN basura, no es quizás sino la clave verdadera de la vida. Cierto es que el genoma humano ha sido desvelado, es decir, tenemos el libro de la vida sobre la mesa. El problema es que la lectura de ese libro debe ser personalizada, es decir, según quien lo lea, la interpretación de sus líneas será diferente y por ello cada uno de nosotros somos únicos. Para poder entenderlo debo introducir la epigenética, uno de los campos más excitantes de la ciencia moderna. La epigenética (del griego epi, en o sobre, y -genética), término acuñado por Waddington hace más de medio siglo y con alguna modificación reciente, es la ciencia que estudia cómo nuestro genoma o libro de la vida interacciona con el ambiente en el que vivimos o con nuestro estilo de vida (por ejemplo: dieta, tabaquismo, deporte...). En este contexto, el ADN basura despreciado de antaño parece desempeñar un papel crítico y esencial en esta interación genoma-ambiente.

Los gemelos idénticos tienen un genoma idéntico, su libro de la vida es exactamente el mismo de principio a fin y son un ejemplo común para explicar qué es la epigenética. Los gemelos idénticos, aunque se parecen mucho, no son completamente iguales. ¿Por qué? Porque la interación de su genoma con el ambiente en el que desarrollan sus vidas no será la misma, y este ambiente los moldeará de manera diferente, leerá e interpretará sus libros de la vida de manera personalizada y diferenciada. Así por ejemplo, estudios en gemelos demuestran que aún siendo su libro genético el mismo, uno desarrolla cáncer o esquizofrenia y el otro no. ¿Qué hace que sus libros de la vida sean leídos e interpretados de manera diferente y que al final tengan personalidades, enfermedades,... en definitiva, vidas y muertes diferentes? La epigenética trata de responder a estas preguntas. Los gemelos, aún teniendo un código genético idéntico, tienen diferentes estilos de vida, relaciones sociales, hobbies, dietas, estreses, etc. Esto hace que su genoma o libro de la vida se lea e interprete de diferente manera y que al final sean dos seres humanos parecidos pero muy bien diferenciados. Es decir, su genética es la misma pero su epigenética es diferente.

Aunque nuestros genomas son muy similares por pertenecer todos a la raza humana, nuestras vidas no son iguales. Por ello, la interpretación de nuestros libros de la vida es única para cada uno de nosotros con desenlaces a veces inesperados o trágicos como una enfermedad (cáncer, Alzheimer,...) por ejemplo. Ahora quizás entendáis lo de la famosa y cada vez más en boga medicina personalizada.