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Adiós a las inyecciones: la próxima revolución en medicina llega mediante suspensiones de cristales

Adiós a las inyecciones: la próxima revolución en medicina llega mediante suspensiones de cristales

Esto permitirá la liberación continua del fármaco, "de seis meses a dos años".

Imagen de archivo de una persona cargando una jeringuilla.
Imagen de archivo de una persona cargando una jeringuilla.Getty Images

Los investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han presentado una nueva tecnología para reducir la frecuencia y la incomodidad de las inyecciones. Se trata de un método que utiliza suspensiones de cristales inyectables para administrar medicamentos en dosis más altas que crean "depósitos a largo plazo".

Según publica el medio Israel Hayom, que ha tenido acceso a un estudio publicado por la revista Nature Chemical Engineering, este sistema innovador "permite la liberación continua del fármaco, de seis meses a dos años, lo que reduce la necesidad de inyecciones regulares". En este sentido, "las suspensiones de cristales crean un reservorio de fármaco duradero que combina los beneficios de los implantes a largo plazo con la facilidad de las inyecciones".

En declaraciones recogidas por el digital, Giovanni Traverso, profesor de ingeniería mecánica y miembro del equipo de investigación, explica que "hemos demostrado que podemos lograr una transmisión muy controlada y sostenida, probablemente durante varios meses o incluso años usando una aguja pequeña".

El estudio en cuestión, se centra en "mejorar las opciones anticonceptivas para las mujeres". De este modo, "se examinó la composición de la píldora anticonceptiva para bonorgestrel, una molécula hidrofóbica capaz de formar cristales", reza la publicación. "La suspensión de bonorgestrel en disolventes permitió que los cristales formaran la membrana mucosa subcutánea después de la inyección", celebra.

"Los solventes son críticos porque permiten que el líquido se inyecte a través de una pequeña aguja, pero una vez que están en su lugar, los cristales se organizan por sí solos en un depósito de fármaco", revela Traverso.

Para controlar la tasa de liberación del fármaco, los investigadores añadieron pequeñas cantidades de un polímero biodegradable, la poliprolactona. "Una cantidad muy pequeña de polímeros [menos del 1,6% del material total] puede cambiar la velocidad de liberación del medicamento, prolongando su duración de acción y manteniendo la inyectabilidad".

De acuerdo a la publicación, los investigadores creen que "el método desarrollado se puede aplicar a una amplia gama de afecciones, incluidos los trastornos neuropsiquiátricos, el SIDA y la tuberculosis". "Los investigadores se encuentran realizando estudios preclínicos avanzados para evaluar cómo se puede utilizar la tecnología en humano", concluye la publicación.