Por favor, habilita JavaScript para ver los comentarios de Disqus.
Aparca donde no debía, deja una nota a la policía suplicando comprensión, pero le toca el agente con corazón de hielo

Aparca donde no debía, deja una nota a la policía suplicando comprensión, pero le toca el agente con corazón de hielo

Cuando la ansiedad por los exámenes de la Selectividad acaba en multa de tráfico.

Cuando la ansiedad por la Selectividad acaba en multa
Cuando la ansiedad por la Selectividad acaba en multabymuratdeniz

Cada junio, cuando en Italia arranca la temida maturità, el examen que marca el salto a la universidad, equivalente a la Selectividad en España, Roma se convierte en un verdadero campo minado de nervios y prisas. A las ocho de la mañana, en la Ciudad Eterna cualquier semáforo parece una trampa que necesita más tiempo de lo normal para cambiar de rojo a verde y la espera se convierte en deporte de alto riesgo. 

En ese contexto de histeria colectiva, con padres al borde del colapso y estudiantes con el estómago encogido, un joven que dejó el coche estacionado cerca de San Paolo, junto a la Universidad Roma Tre, decidió confiar en la humanidad y empatía de los vigilantes de la zona azul romana, después de dar vueltas y vueltas durante un buen rato sin encontrar una plaza de estacionamiento, hasta que la encontró. Eso sí, uno de esos aparcamientos donde se puede dejar el coche sin problema, siempre que se pague. Algo que él no hizo, pero sí encontró un bolígrafo, un papel y una excusa para el vigilante: “Por favor, tengo que hacer la Selectividad. Llevo 20 minutos dando vueltas buscando sitio para aparcar”.

En Roma, dejar mensajes suplicando a los controladores de la zona azul se ha convertido en un recurso recurrente entre estudiantes, vecinos y trabajadores que se ven atrapados por la falta de aparcamiento y las prisas. Especialmente en jornadas clave, como el día de los exámenes de Selectividad y, aunque rara vez evita sanciones, sirve de alivio simbólico. Por ejemplo, en enero de 2025, un alumno de la Universidad La Sapienza dejó en su Fiat Panda otra súplica: "Hoy tengo mi último examen, por favor, tardaré 40 minutos”, dijo.

Las sanciones por aparcar sin pagar en zonas de estacionamiento regulado en Italia van desde los 41 hasta los 335 euros. La cuantía depende del municipio, del tipo de infracción y de si el conductor es reincidente. En ciudades como Roma, donde la presión del tráfico y la falta de aparcamiento son parte del día a día, las autoridades aplican los márgenes más altos con bastante frecuencia.

Esta vez tampoco coló y, al volver al coche después de la primera jornada de Selectividad italiana, el joven se encontró con otro papel esperándole en el parabrisas: uno más oficial, más caro y mucho menos compasivo. Le había tocado el controlador de la zona azul con el corazón de hielo.