Es barato y efectivo: la razón acertada de echar sal en tu inodoro

Es barato y efectivo: la razón acertada de echar sal en tu inodoro

No se trata de una superstición, es un truco muy sencillo.

Imagen de archivo de un inodoro.Getty Images

Probablemente sea la parte de la casa que menos gusta limpiar a la mayoría de la gente, pero a partir de ahora contarás con un truco tan sencillo como efectivo, pero sobre todo, barato. Básicamente porque solo necesitas una serie de productos de muy fácil acceso en buena parte de los hogares españoles. Y, como con la comida, el ingrediente fundamental es un poco de sal.

Según ha publicado La Nueva España, el método que te permite ahorrarte el uso de buena cantidad de detergentes y similares -ojo, este sistema no sirve para sustituir la periódica limpieza a fondo- consiste en verter directamente en el inodoro una mezcla en la que la sal es el componente estrella y dejarlo actuar.

Concretamente, se trata de un preparado que incluye una 250 gramos de sal gorda, otros 250 gramos de bicarbonato y 25 gotas de aceite esencial -o similares-. Para mezclarlo se junta todo en un recipiente y después se esparce en el WC. No obstante, desde el citado medio señalan que la 'fórmula' puede variarse para lograr un efecto u otro.

En este sentido, si sal y bicarbonato son los elementos encargados de matar bacterias y gérmenes, el aceite esencial está destinado a aportar fragancia. Por este motivo, si lo que se desea es un mayor efecto desinfectante puede usarse esencia de árbol de té. Si lo que se prefiere es un olor más agradable aún se puede optar por esencias como las de lavanda, menta o cítricos.

¿Cuánto tiempo hay que dejarlo actuar y qué hacer después?

Según la citada información, lo mejor es realizar esta operación por las noches, justo antes de acostarse y que así el preparado tenga más tiempo para actuar durante todas las horas nocturnas. Eso sí, la cosa no termina ahí. Ya por la mañana, será necesario calentar una olla con agua hasta que hierva. Después solo hay que tirar ese agua hirviendo al retrete y tirar de la cadena. De esta forma, también se desatascan las cañerías. Conviene repetir esta operación -todo el método- una vez al mes.