Carlos Blanco, el niño prodigio de Crónicas Marcianas, ahora doctor en Filosofía y Teología, defiende estudiar cosas "inútiles" como filosofía o arte y lanza un mensaje contra la mentalidad actual: "El saber nos hace libres"
"El dinero es casi como la energía. ¿Pero realmente queremos que todo se subordine a eso? Qué mundo más triste", ha expresado el filósofo.
Carlos Blanco, quien se hiciera conocido a nivel nacional como el niño prodigio de Crónicas Marcianas, tiene ahora 39 años y es doctor en Filosofía y Teología. Además, también posee una licenciatura en Química.
Su brillante trayectoria como investigador ha hecho que fuera designado como miembro de la World Academy of Art and Science en 2015 y de la Academia Europea de Ciencias y Artes en 2016.
El doctor en Filosofía y Teología ha pasado por el pódcast Vidas Ajenas, donde ha defendido la necesidad de estudiar cosas que muchas personas califican de "inútiles" como filosofía o arte.
En ese sentido, el filósofo ha subrayado que "el conocimiento siempre es útil. Saber es siempre mejor que no saber. Otro tema, por supuesto, es que para ciertas cosas haya conocimientos más relevantes que otros".
"El gran problema es que hoy en día todo se subordina a mercadotecnia, marketing, propaganda… incluso en filosofía", ha reconocido Carlos Blanco, quien ha destacado que por esa razón "hay muchas personas que piensan que si algo no tiene salida laboral es como un lujo ocioso".
Sin embargo, Blanco ha destacado que los estudios relacionados con humanidades suponen "conocimiento, tradición, orgullo de lo que hemos hecho los seres humanos e incluso me atrevo a decir que es útil porque abre la mente, te da nuevas posibilidades de pensamiento y te da perspectiva, te ayuda a contextualizar y relativizar las cosas".
La relación entre el saber y el dinero
"El elemento económico por supuesto es muy importante (…) al final el dinero es casi como la energía, una moneda de cambio. ¿Pero realmente queremos que todo se subordine a eso? Qué mundo más triste", ha expresado el filósofo.
En ese sentido, el doctor en Filosofía y Teología ha resaltado que, en su opinión, "el conocimiento nos hace libres, nos abre la mente. Me atrevería a decir que es incluso un derecho".