Descubren la mutación genética de la conocida tribu que vive bajo el mar

Descubren la mutación genética de la conocida tribu que vive bajo el mar

Pueden pasar hasta 13 minutos sumergidos.

Un grupo de niños de la tribu de los Bajau, sumergidos en aguas de Tailandia.Khaichuin Sim

Un estudio científico ha arrojado algo de luz sobre el gran secreto de la tribu de los Bajau, reconocidos por ser los primeros humanos que se han adaptado genéticamente para bucear durante tiempo prolongado. La investigación ha identificado la mutación que les permite a estos singulares tailandeses realizar inmersiones que desafían los límites comunes de la resistencia humana: hasta 13 minutos de duración.

El estudio, publicado en la revista Cell, arroja luz sobre el papel crucial del bazo en esta extraordinaria capacidad. Comparando muestras de los Bajau con otro grupo emparentado, los investigadores notaron una diferencia significativa en el tamaño del bazo: en promedio, era un 50% más grande en los individuos de la tribu.

La autora del estudio, Melissa Llardo, del Centro de Geogenética de la Universidad de Copenhague, señaló que esta particular mutación está asociada con un gen, el PDE10A, que parece regular una hormona tiroidea específica en los Bajau, pero no en otros grupos estudiados. Esta relación entre el gen y el tamaño del bazo se ha observado en experimentos con ratones, lo que respalda la teoría de una ventaja genética específica, señala el portal Ensegundos.

Las aplicaciones médicas que puede tener el hallazgo de este estudio puede ayudar a comprender cómo funciona la hipoxia aguda, en la que el ser humano experimenta una rápida pérdida de oxígeno y que puede causar la muerte. Si bien, la preocupación radica en el declive de la comunidad de los Bajau y la pérdida de conocimientos valiosos que podrían aportar a la ciencia y la medicina.

Si bien el estudio ofrece una nueva perspectiva sobre la adaptación del ser humano a los entornos acuáticos, plantea interrogantes sobre la conservación de este estilo de vida. La pesca industrial y la discriminación que los Bajau sufren respecto al resto de la población tailandesa, no solo pone en peligro su cultura, sino también la posibilidad de seguir investigando sus singulares adaptaciones biológicas.