Despiden a una teleoperadora tras realizar 1.500 llamadas en dos meses y no sacar una venta de ninguna
La empleada contaba con siete años de antigüedad en la empresa.
Una teleoperadora ha sido despedida disciplinariamente por su empresa tras no lograr sacar adelante ninguna venta para la compañía pese a haber realizado un total de 1.500 llamadas en dos meses.
En primera instancia, la justicia había dictaminado como procedente el despido disciplinario de la mujer. Sin embargo, la teleoperadora recurrió la decisión judicial al considerarla injusta.
Finalmente, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha confirmado la sentencia considerando como justificado el despido disciplinario debido a que la empleada había incurrido en un incumplimiento grave de sus obligaciones laborales.
La empleada contaba con siete años de antigüedad en la empresa y percibía un salario anual de 30.615,83 euros. El 8 de marzo de 2024, la compañía despidió a la trabajadora amparándose en la comisión de varias faltas graves.
En concreto, la empresa justificó el despido disciplinario argumentando que la mujer había llevado a cabo una disminución continuada y voluntaria del rendimiento; faltas de puntualidad reiteradas y transgresión de la buena fe contractual.
En esa disminución continuada y voluntaria del rendimiento fue clave precisamente el hecho de haberse puesto en contacto con 1.500 clientes por vía telefónica sin que la trabajadora realizara venta alguna.
En cuanto a las faltas de puntualidad reiteradas, la empresa plasmó por escrito en la carta de despido los numerosos retrasos de la empleada, siendo algunos de ellos superiores a las dos horas.
Además, la empresa también ha alegado que la teleoperadora, en repetidas ocasiones, había hecho uso del ordenador de la empresa para realizar actividades personales no relacionadas con el trabajo, como compras o cursos en línea.
Teniendo en cuenta todos los mencionados motivos y la insuficiente argumentación por parte de la trabajadora para refutar las acusaciones de la empresa, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha dictaminado como procedente el despido disciplinario de la teleoperadora.