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El 'funambulista' León XIV: la misión de seguir el camino de Francisco mientras "construye puentes"

El 'funambulista' León XIV: la misión de seguir el camino de Francisco mientras "construye puentes"

El nuevo pontífice afronta el liderazgo de la iglesia católica en un momento de incertidumbre. La conciliación e intención de "calmar las aguas" serán protagonistas en un camino que pretenderá, a la par, seguir los pasos reformistas de su predecesor.    

Robert Prevost​​ es elegido como nuevo pontífice y ha asumido el nombre de León XIVFrancesco Sforza

Corría el año 1955 cuando la ciudad estadounidense de Chicago vio nacer a Robert Prevost. Sus padres, Louis Marius Prevost -de ascendencia francesa e italiana- y Mildred Martínez -originaria española-, fueron clave en su formación, vocación por la fe y la virtud en el manejo de idiomas. Por aquel entonces, nadie podría vaticinar que comenzaba el camino del que sería el próximo pontífice, aquel que ha asumido el nombre de León XIV. El primero de la historia de Estados Unidos con estrechos lazos con Latinoamérica; una aparente apuesta de la iglesia católica por continuar con el legado que comenzó a construir Francisco. El anillo del Pescador ha logrado alzarse tras finalizar el cónclave el pasado jueves 8 de mayo. Fieles y creyentes han aplaudido su llegada y discurso con el alivio propio de quien ha logrado llenar el vacío de la silla de San Pedro. Ahora, se abren paso las incógnitas, expectativas e intenciones del nuevo líder de la institución milenaria. 

Formado en la Orden de San Agustín y con una amplia trayectoria misionera en Perú, Prevost consiguió el reconocimiento dentro de la iglesia después de años caminando junto a los más desfavorecidos y migrantes. Fue en 2014 cuando el papa Francisco le nombró administrador y obispo de la Diócesis de Chiclayo (Perú). Como cualquier elemento de la iglesia, nada se deja al azar. "Es estadounidense de nacimiento, pero latinoamericano de adopción; no es un tema menor, es una respuesta al mundo con el que se va a encontrar el pontífice a lo largo de su liderazgo", explica Frédéric Mertens, director del departamento Jurídico y profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Europea de Valencia. La elección del nuevo papa ostenta en su interior grandes intencionalidades desde el punto de vista espiritual, pero sin duda también tiene claves geopolíticas. En un cónclave donde la diversidad de nacionalidades era el ingrediente protagonista del cóctel, la elección papal del primer estadounidense de la historia responde a un mundo repleto de temores e incertidumbres. 

"Robert Prevost es una figura conciliadora, con más capacidad negociadora que Francisco y que llega al Vaticano bajo la presumible intención de calmar las aguas. No es casualidad que, tras la llegada a la Casa Blanca de un personaje como Donald Trump, la institución espiritual más importante del mundo opte por una figura como la de León XIV", señala Mertens destacando que el nuevo papa -de la misma nacionalidad que el presidente- ejercerá un "contrapeso" a la primera potencia mundial y a sus medidas como la migración. Las imágenes de la presentación del nuevo pontífice también dejan migas de pan hacia el camino que se va a seguir de ahora en adelante. 

Mientras que Francisco se asomó a la plaza de San Pedro vestido completamente de blanco, León XIV se presentó ante los fieles con los ropajes más clásicos dentro de la tradición católica, "un guiño al equilibrio dentro de la institución". La conciliación tanto dentro de la iglesia como fuera de sus fronteras parece el destino al que ha sido encomendado. "La 'construcción de puentes' tan repetida a lo largo de su discurso de apertura no es algo exclusivamente religioso, es una postura muy concreta por la que se ha inclinado. Un mensaje universal que apuesta por la calma en un mundo que avanza irremediablemente hacia la radicalización, con países que vuelven a alzar a la extrema derecha y desde la perspectiva de que hay que mirar más allá de Roma; para ello, un papa de EE.UU. con 20 años de misionero en Perú es fundamental", explica el profesor de la Universidad Europea.

La paz parece otro de los ejes claves de León XIV. Fue el elemento más repetido a lo largo de su discurso frente a la plaza de San Pedro, incluso más que la unidad. "Lo dijo un total de cinco veces. En un mundo polarizado y sembrado de guerras -como la de Gaza, Ucrania, ahora Pakistán y las de África a las que nunca se hace referencia-, apuntar hacia la paz es la mejor de las ideas", comienza a explicar Pablo Blanco-Sarto, catedrático de Teología de la Universidad de Navarra y con una trayectoria como cura desde hace casi treinta años. Desde el punto espiritual, la unidad y la conciliación jugarán un papel determinante, un legado que aparece plasmado en los textos sagrados y que, cual funambulista, deberá seguir Prevost. "En realidad es el sentido propio de la iglesia. Es como lo que decía Francisco: 'todos somos iglesia porque la iglesia es de todos'. Esto también responde a fuera de la institución, debemos ser un lugar de encuentro entre católicos, laicos o cualquiera que necesite cobijo. Es la palabra de Dios y el camino que tomará León XIV", explica el catedrático. 

Ante esta situación, la continuación del legado de Francisco es otro de los ejes clave dentro de la decisión que tomó el cónclave el pasado 8 de mayo. Un camino a seguir, pero con los matices que representa Prevost. Un sendero que necesitará el pulso de un cirujano para equilibrar la conciliación con los sectores conservadores y la necesidad de avance de los reformistas. Una palabra que necesitará conseguir la transversalidad de la que el mundo carece. "De la vestimenta de León XIV en su presentación se puede sacar el mensaje de 'soy el sucesor de Francisco -cuya mano derecha del santo también se llamaba León-, pero también lo soy de los otros 266 papas'", apunta Blanco asegurando que "seguirá los pasos de su predecesor, pero con su propia personalidad". 

  El papa León XIV ante la plaza de San Pedro nada más ser elegido.Francesco Sforza

Este viaje en la cuerda floja, intentando avanzar y abrir la iglesia católica mientras "construye puentes" con los sectores conservadores, puede ser uno de los mayores retos que se han presentado en el seno del Vaticano. "Tenemos que caminar todos juntos. Mientras tengamos a Jesús a nuestro lado y no le rechacemos el éxito está garantizado", asegura el catedrático. Con ello, el único remedio para conocer lo que le depara a la institución católica es el tiempo. "Veremos qué pasa con el paso de los años. Es joven y puede realizar una gran tarea por delante y confío en que así sea", comenta esperanzado Blanco ante un nuevo episodio en la historia del catolicismo donde fieles y curiosos también anhelan un buen liderazgo.

Con ello, es mejor no esperanzarse con grandes avances en materia del progreso de la mujer en la iglesia ni con el abrazo al colectivo LGBTI. Corría el año 2012 cuando Prevost criticó abiertamente que los medios de comunicación promoviesen una "ideología contraria a los principios fundamentales de la fe", refiriéndose a las parejas homosexuales. En línea de Francisco, tampoco cree que la situación de la mujer se "arreglaría" con la ordenación de las mujeres dentro de la institución católica. "Es cierto que las mujeres hacen una contribución significativa de la iglesia, pero esto no justifica que deban ser ordenadas como sacerdotes", es una de las declaraciones más conocidas al respecto de León XIV. Francisco por su lado adoptó una postura más inclusiva nombrando a varias mujeres en puestos de alta responsabilidad dentro de la iglesia. Pese a ello y de nuevo, sólo el tiempo podrá determinar y matizar los postulados del pontífice. "La iglesia es un lugar que acoge a todo el mundo sin distención. Las mujeres ocupan puestos de responsabilidad y los homosexuales se aceptan como lo que son: gente normal", explica Blanco. 

León XIV seguirá con la tarea de Francisco, que pretendía abrir la iglesia católica más allá de sus fronteras. Más allá de sus fieles y creyentes. Después de años de desafección con la fe, la institución lleva años intentando acercarla de nuevo al mundo. "Últimamente hay países asiáticos con un crecimiento significativo de católicos, pero en países como Brasil, la iglesia católica pierde al día 500 fieles que optan por otras opciones como protestantes o evangelistas; y este es un problema común en varias partes del mundo", comenta Frédéric Mertens. Ante ello, el nuevo pontífice es un personaje más abierto en redes sociales, con una adaptación notable a las nuevas generaciones a las que intentará persuadir a lo largo de su pontificado.

Un nuevo capítulo empieza a escribirse entre los muros del Estado del Vaticano. Un apartado que proseguirá después de milenios de tradición católica. Ha recaído bajo León XIV la responsabilidad de tomar el timón del rumbo de la iglesia en un océano convulso lleno de desafíos, polarización y oleaje internacional impredecible. Un funambulista al que se le ha encomendado una misión imposible: conseguir el consenso y la conciliación casi imperceptible en el mundo actual.