El humo de los incendios forestales puede ser más letal que el fuego: cómo protegerse de sus partículas tóxicas
Contiene contaminantes nocivos para la salud, entre ellos las partículas finas (PM2.5), relacionados con un aumento de la mortalidad y la morbilidad.

Los incendios forestales han calcinado hasta ahora más de 382.000 hectáreas en España, que todavía lucha contra más de 20 fuegos de nivel 2 activos. Las llamas arrasan todo lo que hay a su paso, dejando imágenes desoladoras. Pero también hay otro factor que pasa desapercibido y es tremendamente peligroso: el humo, que uede matar más que el fuego y se extiende más rápido.
"La evidencia indica que el cambio climático inducido por el ser humano está contribuyendo al aumento de la frecuencia e intensidad de los incendios forestales, ya que crea condiciones favorables para su propagación y aumenta el número de días con riesgo de incendio muy alto o extremadamente alto", explica Anna Alari, investigadora del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
El humo de estos incendios forestales contiene contaminantes nocivos para la salud, entre ellos las partículas finas (PM2.5), relacionados con un aumento de la mortalidad y la morbilidad. La Universidad de Stanford estima que cerca del 70% de los fallecimientos vinculados a incendios se deben a la inhalación de humo y gases tóxicos, más que a las quemaduras provocadas por el fuego. Ahora, un nuevo estudio del ISGIobal, liderado por Alari, confirma que el riesgo es aún mayor de lo que se pensaba.
Los resultados, publicados en la revista The Lancet Planetary Health, muestran que las partículas finas procedentes de los incendios forestales tienen un impacto más grave sobre la salud que las partículas generadas por otras fuentes. De hecho, la mortalidad atribuible al humo de los incendios podría estar subestimada en un 93%.
El peligro es agravado por la capacidad que tiene el humo para expandirse. "Un incendio cuando arde provoca humo y material que sale hacia la atmósfera y se desplaza. Si no hay nada que lo evite, puede recorrer muchísimos kilómetros", advierte en El País el meteorólogo Roberto Granda. Ese humo puede apreciarse a cientos de kilómetros de distancia, ya sea de manera visible, por su olor característico o por las molestias que provoca, ya que contiene sustancias tóxicas que irritan los ojos y el sistema respiratorio.
Efectos a corto plazo
El trabajo se basó en los datos del proyecto EARLY-ADAPT, que recoge registros diarios de mortalidad en 654 regiones contiguas de 32 países europeos, lo que representa una población de 541 millones de personas. El equipo combinó esta información con estimaciones diarias de concentración de PM2.5 relacionadas y no relacionadas con incendios forestales en el periodo 2004-2022.
Los investigadores aplicaron modelos estadísticos para estudiar los efectos a corto plazo del humo en la mortalidad, analizando tanto las muertes por todas las causas como las de origen respiratorio y cardiovascular.
Descubrieron que la exposición a niveles elevados de partículas finas procedentes de incendios incrementa el riesgo de muerte en los siete días posteriores a la exposición. Por cada aumento de 1 µg/m³ en la concentración de PM2.5, la mortalidad por todas las causas subió un 0,7 %, la respiratoria un 1 % y la cardiovascular un 0,9 %.
Durante el periodo de estudio, la exposición a corto plazo a partículas de incendios forestales estuvo vinculada a una media de 535 muertes anuales en Europa: 31 por enfermedades respiratorias y 184 por causas cardiovasculares. Si se aplicara la misma relación de riesgo que para las partículas finas de todas las fuentes, la estimación sería de apenas 38 muertes al año. "Esta diferencia resalta la importancia de tener en cuenta la fuente específica de las partículas", concluyen los autores.
"Mejorar las estimaciones de la mortalidad atribuible a las PM2.5 relacionadas con los incendios ayudará a hacer un mejor seguimiento de la carga que supone esta amenaza vinculada al cambio climático para la salud pública", añade.
Cómo protegerse del humo
Roberto Granda asegura que el humo procedente de los incendios en el oeste peninsular se ha extendido a gran parte del territorio español, deteriorando la calidad del aire. Por ello, recomienda comprobarla con frecuencia.
Varias comunidades autónomas, como Madrid, Cataluña o Andalucía, disponen de plataformas propias donde publican actualizaciones en tiempo real sobre el estado del aire y emiten avisos cuando los niveles son perjudiciales. En aquellas regiones que no cuentan con un sistema específico, se puede consultar esta información a través de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) o en páginas de meteorología más generales como Accuweather.
Una de las comunidades más afectadas por los incendios forestales es Galicia, en especial la provincia de Ourense, donde la Xunta advierte de que están afectando a la calidad del aire "incrementando considerablemente los niveles de partículas PM10 y PM2,5", ofreciendo detalles en tiempo real.
Ante esta situación, las autoridades insisten en la necesidad de prestar especial atención a grupos vulnerables como niños, mujeres embarazadas y personas con enfermedades respiratorias crónicas o cardiovasculares. Entre las principales medidas se encuentran:
- Limitar al máximo la estancia en exteriores y evitar la actividad física al aire libre.
- Usar mascarillas filtrantes (mínimo FFP2) y gafas protectoras en caso de salir al exterior.
- Permanecer en el interior con puertas y ventanas cerradas, mantener el aire lo más limpio posible y, si se dispone, utilizar aire acondicionado con filtros de alta eficiencia en modo de recirculación.
- Evitar el uso de elementos que contaminen el aire interior, como velas o tabaco.
- Al limpiar cenizas, usar protección adecuada (mascarilla, guantes, ropa de manga larga) y lavar la piel o los ojos en caso de contacto.
- Atender siempre a los mensajes de emergencias sobre medidas adicionales de seguridad.
