En pleno siglo XXI, la despoblación se ha convertido en uno de los grandes desafíos de las regiones rurales. Muchos pueblos no solo tienen que enfrentarse a una marcada emigración de la población joven en busca de mejores oportunidades, sino que aquellos que se quedan tienen unas condiciones de vida mínimas y un acceso limitado a servicios básicos. Esto es lo que ocurre en una pequeña localidad de Huesca donde han tenido que aprender a vivir sin luz.

Se trata de Sercué, una aldea del municipio oscense de Fanlo en la que solo viven tres personas de forma permanente. Esta será una de las últimas localidades de la región en contar con un servicio tan básico como lo es la electricidad, que se espera que llegue a finales de 2025. La acometida de media tensión para llevar el suministro eléctrico concluyó el pasado 31 de marzo, por lo que ahora el cableado ya ha llegado al transformador del pueblo.

Esta inversión, que ha contado con un presupuesto de 333.871 euros, supone un gran avance ya que permite a esta aldea del Sobrarbe, a las puertas del Parque Nacional de Ordesa, tener por fin un servicio eléctrico que le había sido esquivo durante décadas. Además de dicha instalación, se ha licitado el proyecto para la baja tensión, el cual contempla la distribución del cableado por las calles del pueblo, con un coste aproximado de 150.000 euros. 

No ha sido un camino fácil

Este es el único núcleo habitado en la provincia de Huesca que aún carecía de este servicio esencial, lo que hacía la vida de sus habitantes más difícil y dependiente de fuentes alternativas como generadores. Aunque solo habitan tres personas de forma permanente, lo cierto es que durante los meses de buen tiempo son muchas las familias originarias que vienen a reactivar sus viviendas como segundas residencias, dando mucha vida y ambiente al pueblo.

Durante una reciente visita, el presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Isaac Claver, junto con el delegado de obras, Álvaro Bescós, y el alcalde de Fanlo, Horacio Palacio, se reunieron con concejales y residentes para evaluar en detalle el progreso de la instalación. "Es impensable que en el siglo XXI todavía tengamos pueblos habitados sin un servicio esencial como es el suministro eléctrico. Era nuestra obligación dar una solución", asegura el presidente de la DPH. 

Por su parte, Horacio Palacio ha incidido en las dificultades superadas para sacar adelante la obra, recordando que, durante los últimos años, el propio ayuntamiento había realizado por fases la parte soterrada de la línea de media tensión en un trazado de dos kilómetros por el barranco Ballatar. La Diputación se ha encargado de hacer las uniones de esos tramos con un proyecto conjunto para cumplir con las exigencias de Endesa.

Además, se han instalado 11 torres para el tendido aéreo con cable negro trenzado, ya que es el que cumple con las normativas medioambientales, especialmente en lo que concierne a la protección del quebrantahuesos. Estas especificaciones han obligado a diseñar un trazado especial que garantice el respeto al entorno natural mientras se extiende el suministro eléctrico.