Una empresa de Madrid obliga a sus teleoperadores a trabajar junto al cadáver de una compañera

Una empresa de Madrid obliga a sus teleoperadores a trabajar junto al cadáver de una compañera

"Al entrar en la 6ª planta de San Romualdo, todo parecía una película de terror de serie B", han denunciado. 

Una oficina en una imagen de archivo.Getty Images

Inma falleció el pasado martes en su puesto de trabajo. Era teleoperadora en Konecta, una de las mayores empresas de call center en España. Pero la compañía no tiene un protocolo ante estas situaciones y, según han denunciado los sindicatos, sus compañeros fueron obligados a seguir trabajando junto al cuerpo de su compañera fallecida. 

Ante esto, la Inspección de Trabajo está actuando de oficio. Según señalan a EFE fuentes del Ministerio de Trabajo, la Inspección recabará información sobre las condiciones de trabajo de la empleada en una actuación de oficio habitual en estos casos.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 13 de junio, en la sexta planta del número 26 de la calle San Romualdo de Madrid. Poco después del mediodía Inma falleció pese al esfuerzo de sus compañeros por reanimarla. 

"Inma no estaba sola, la plataforma bullía como cualquier otro día y poco a poco todos y todas se sumieron en el desconcierto. Al conocer la noticia por confusos Whatsapp no dábamos crédito. 'Está tirada en el suelo y nosotros cogiendo llamadas'. '¿Estáis cogiendo llamadas?' 'Sí, nos dicen que sigamos cogiendo llamadas'", ha denunciado. 

"No veíamos el momento de llegar, los segundos parecían horas y al entrar en la 6ª planta de San Romualdo, todo parecía una película de terror de serie B. Al lado de nuestra compañera alguien atendía una llamada. El servicio proseguía como si tal cosa. Era necesario PARAR PARAR PARAR, desalojar el centro. Llamar a la cordura mientras alguien repetía insistentemente 'Somos un servicio esencial'", han explicado en un comunicado del sindicato CGT. 

"¿Y la vida? ¿Hay algo más esencial que la vida? La respuesta parece clara pero los hechos no indican eso. Expresamos nuestra repulsa a los responsables de Konecta por semejante comportamiento. Nos ha faltado HUMANIDAD, EMPATÍA Y RESPETO a raudales", han agregado.