Encuentran a tres niños aislados en el bosque y sus padres se justifican: “Lejos de esta sociedad envenenada”
El caso ha reabierto en Italia el debate sobre los límites de la libertad familiar frente a la protección infantil.
En una historia que parece sacada de otro siglo, tres niños italianos de entre seis y ocho años viven junto a sus padres en una casa en ruinas, sin agua corriente, electricidad ni acceso a la escuela. El caso, que ha conmocionado a la región de Vasto, en el sur de Italia, ha sido puesto en manos de la Fiscalía de Menores de L’Aquila, tal y como apunta Il Messagero, que ha pedido la intervención urgente de los servicios sociales ante el “grave riesgo” que corren los menores.
Una intoxicación que destapó la situación
El caso salió a la luz en el otoño de 2024, cuando toda la familia fue ingresada de urgencia tras sufrir una intoxicación por setas recogidas en el bosque cercano a su vivienda. Durante la inspección posterior, los Carabinieri descubrieron que la familia vivía en condiciones extremadamente precarias: la casa estaba catalogada oficialmente como “ruinosa”, sin conexión eléctrica ni suministro de agua, y alejada de cualquier núcleo urbano.
Tras recibir el alta médica, los servicios sociales comenzaron a investigar el caso. Los informes concluyeron que los niños no estaban escolarizados, no tenían seguimiento médico pediátrico y vivían en un aislamiento casi total.
Una vida “libre” fuera del sistema
Los padres, según el informe, habrían optado deliberadamente por un modo de vida alternativo, rechazando tanto la escolarización obligatoria como la supervisión institucional. Argumentan que sus hijos están “sanos y felices” y que reciben educación en casa, lejos de lo que consideran una sociedad “envenenada” por el consumo y la tecnología.
El abogado de la familia, Giovanni Angelucci, defendió públicamente a sus clientes, afirmando que no existe “ninguna prueba de maltrato ni negligencia” y que los padres son económicamente autosuficientes. Asegura que se trata de una decisión de vida consciente, orientada a “preservar la relación entre el ser humano y la naturaleza”.
Intervención judicial y debate ético
Sin embargo, los trabajadores sociales que han visitado el lugar describen una situación muy diferente: niños sin atención médica ni pediatra, viviendo en una vivienda insalubre y carente de recursos mínimos. Los técnicos propusieron un plan básico de mejora (que incluía mudarse a un hogar habitable, acreditar controles médicos y permitir el acceso a la escuela municipal), pero los padres rechazaron todas las medidas.
Ante la negativa, los servicios sociales presentaron una denuncia formal ante la Fiscalía de Menores de L’Aquila, que ha solicitado la retirada temporal de la custodia y la limitación de la patria potestad mientras se evalúa la seguridad y el bienestar de los niños.
El caso ha reabierto en Italia el debate sobre los límites de la libertad familiar frente a la protección infantil, y sobre hasta qué punto el Estado debe intervenir cuando una elección de vida alternativa pone en riesgo los derechos básicos de los menores.
Mientras tanto, los tres niños siguen bajo la observación de los servicios sociales, en medio de un proceso judicial que determinará si su vida en plena naturaleza es una forma legítima de libertad o una situación de abandono encubierto.