Europa se rebela en masa contra el nuevo impuesto a la nicotina y avisa de una recaudación para el contrabando
La Unión Europea pretende equiparar el tabaco de combustión con los productos alternativos.
La Unión Europea está preparando una histórica reforma fiscal centrada en la nicotina que, más allá de gravar al tabaco de combustión, incluirá por primera vez a productos alternativos como vapeadores, tabaco calentado y bolsas de nicotina.
Más allá de las propias cifras, lo más llamativo de la medida es que esas alternativas menos dañinas para la salud van a ser equiparadas a los clásicos cigarrillos, puros y tabaco de liar.
Ese novedoso enfoque fiscal de Bruselas ha provocado una contundente respuesta por parte de países europeos como Suecia, cuya ministra de finanzas, Elisabeth Svantesson, ya lo calificó como "totalmente inaceptable" cuando se dio a conocer el plan.
Hace unas semanas, la Comisión Europea sacó a consulta pública su propuesta de reforma fiscal para la nicotina. Y la publicación ha recibido más de 18.000 comentarios por parte de la ciudadanía europea.
Casi todos los mensajes son críticos con la reforma fiscal impulsada desde Bruselas, pidiendo que la carga impositiva refleje el riesgo real para la salud y no se equiparen los productos alternativos con nicotina al tabaco tradicional.
De esos más de 18.000 comentarios, buena parte (unos 5.000) proceden de Suecia, un país en el que la sustitución de las bolsas de nicotina por el tabaco de combustión ha desempeñado un papel determinante para disminuir la tasa de cáncer de pulmón en más de un 40%.
Por su parte, otros países como Italia o Grecia han denunciado que esta propuesta fiscal de la Unión Europea hace oídos sordos ante la evidencia científica que avala la reducción de riesgos de los productos alternativos.
España, por el contrario, se ha alineado con la postura de Bruselas de subir los impuestos de forma generalizada a todos los productos que contengan nicotina.
Incremento del precio y riesgo de contrabando
De aprobarse definitivamente esta reforma fiscal europea, el precio de la cajetilla en España podría incrementarse en 1,40 euros y las bolsas de tabaco liar podrían alcanzar los 10,60 euros. El gravamen específico para los líquidos y bolsas de nicotina se situaría en 0,15-0,20 euros/ml y 0,10 euros/g, respectivamente.
Ese encarecimiento, según los expertos, podría traducirse en una importante caída de las ventas legales y un incremento del contrabando desde Gibraltar y Portugal, lo que introduciría en el mercado productos ilícitos que no pasan ningún tipo de control de seguridad.
Pero el riesgo para la salud no quedaría ahí. La reforma fiscal de los productos con nicotina, de la forma en la que ha sido planteada por Bruselas, podría acabar provocando que los productos alternativos se encarezcan más que el tabaco, lo que llevaría a muchos fumadores a regresar al cigarrillo, frenando así la reducción del daño para la salud.