El IBI, el IAE, las tasas -por terrazas en un bar o por un trámite administrativo, por ejemplo- y participación en los ingresos del Estado y de las comunidades autónomas son esenciales.
España da un paso relevante en su apuesta por la laicidad y su condición de un Estado aconfesional con la equiparación fiscal de las religiones. Sin excepción.
La institución católica pacta con el gobierno renunciar a la exención de dos impuestos, pero sigue gozando de ventajas en el IBI o con la casilla del IRPF
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas es progresivo, por lo que la cantidad a abonar se incrementa conforme aumentan los ingresos económicos.