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Florence Poirel, extrabajadora de Google que ganaba unos 337.000 euros al año: "La vida es demasiado bella para desperdiciarla en el trabajo"

Florence Poirel, extrabajadora de Google que ganaba unos 337.000 euros al año: "La vida es demasiado bella para desperdiciarla en el trabajo"

Junto con ese 'sueldazo', la mujer también contaba con un excelente ambiente de trabajo. A pesar de ello, decidió dejarlo todo atrás. "La vida es demasiado corta", afirma. 

El logo de Google.Europa Press

Para algunos, lo más importante en un trabajo es tener un buen salario. Para otros, puede que lo sea el tener un buen equipo y ambiente relajado. Sin embargo, existe otro sector de la población que valora otras cuestiones, más allá de las mencionadas, y no es otra cosa que la conciliación familiar, es decir, el poder disfrutar de tu familia y amigos. 

Ese es el caso de Florence Poirel, de 37 años, quien a pesar de trabajar como gerente senior de programas de Google, y de disfrutar de un buen salario (unos 337.000 euros al año) y ambiente de equipo, decidió dejarlo todo atrás para poder disfrutar de los suyos. 

"No me sentía nada infeliz", afirmaba a la CNBC. "Simplemente me di cuenta de que lo importante es pasar tiempo de calidad con mis seres queridos", agregaba a la misma cadena. Su decisión llegó tras conocer a su pareja, 17 años mayor, quien también trabajaba en Google. 

"Estaba deseando jubilarme para disfrutar de la vida con él", señalaba la mujer, que aseguraba que para cuando lo pudiese hacer ya "sería mucho mayor". Entonces, vino el punto de inflexión. Cabe destacar, que no es la primera vez que la mujer tomaba una decisión así de arriesgada, pues ya en 2013, cuando trabajaba en el sector de marketing en Bélgica, también hizo algo similar al no estar contenta con el puesto.

"Quien no arriesga no gana", pensó tras mantener una conversación con un compañero de trabajo. Y al lunes siguiente, se armó de valor y dimitió. Tras aquel paso de valentía, decidió mudarse a Dublín, donde a pesar de no contar con amigos ni trabajo, terminó consiguiendo un puesto en Google, donde finalmente conoció a su pareja y estuvo por 10 años, hasta volver a renunciar, aunque esta vez no lo hizo sola, sino con su marido.

A día de hoy la mujer vive con su pareja en Zurich, donde ofrece asesoramiento a mujeres. "Pensé que me aburriría", afirma. "Pero, un año y medio después, no ha habido un solo día aburrido". "La vida es demasiado bella como para desperdiciarla en el trabajo", sentencia con una sonrisa, mientras asegura que no se arrepiente de haber tomado (de nuevo) esta decisión. 

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