Recientemente salió a la luz un escándalo alimenticio en Mallorca del cual se han hecho eco hasta en Francia. Según informó el El Diario de Mallorca, un equipo de la Dirección General de Salud Pública en colaboración con la Guardia Civil, acudieron a una sede de distribución de alimentos, donde se encontraron una imagen esperpéntica.

De acuerdo con el medio citado, la inspección se saldó con 231 kilos de alimentos al ser considerado como "peligrosos". Muchos de esos kilos se correspondían con carne en mal estado que ya había pasado el protocolo para ser distribuido a los clientes.

Además, destacaron que los empleados eran los encargados de "cortar las partes externas que podrían haber permitido datar el producto" antes de "lavarlo con cloro para disimular el olor".

A continuación, los trabajadores cambiaban el etiquetado y las fechas de caducidad y dejaban al producto listo para entregar. Por el momento, hay cuatro hombres y una mujer bajo investigación.