Al tomar un vuelo, es habitual que las azafatas saluden a los pasajeros nada más entrar en el avión. Sin embargo, ese gesto no responde a un simple acto de cortesía, sino que es una forma de extraer información valiosa acerca de las personas que van a viajar.

El motivo es que los auxiliares de vuelo, más allá de tener encomendada la atención a los viajeros, son los responsables de mantener la seguridad durante todo el trayecto, para lo que es fundamental diferenciar a los pasajeros por perfiles.

En ese sentido, Johanna Joutsiniemi, una de las supervisoras de la tripulación de cabina de la aerolínea Finnair, ha destacado en declaraciones al medio de comunicación finlandés Iltalehti que "la seguridad del vuelo se basa en la anticipación, durante todo el viaje".

Según Joutsiniemi, una de las principales misiones de los auxiliares de vuelo en ese saludo inicial es "averiguar de antemano en qué tipo de avión vamos a volar y qué tipo de clientes hay hoy en la cabina: ¿hay muchas familias, niños pequeños, parejas o viajeros de negocios?". Se trata de algo que "dice mucho sobre qué tipo de vuelo viene".

Para lograr esa identificación de perfiles, la supervisora de la tripulación de cabina de la aerolínea Finnair ha explicado que "el personal está capacitado para interpretar a las personas y su lenguaje corporal con rapidez y eficacia. Durante el embarque, se presta atención a cualquier comportamiento inusual".

En concreto, los auxiliares de vuelo observan el lenguaje corporal del pasajero, su condición física y mental y cualquier signo de necesidad de ayuda o intoxicación u otro comportamiento disruptivo.

"Nuestro objetivo es que toda persona que aborde un vuelo pueda viajar con respeto por los demás y llegar a su destino con buena salud", ha resumido Johanna Joutsiniemi.