Investigan como posible homicidio la muerte Isak Andic, fundador de Mango
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Investigan como posible homicidio la muerte Isak Andic, fundador de Mango

El hijo del empresario, Jonathan Andic, único que estaba con él el día de su fallecimiento, figura como investigado 10 meses después del suceso en Montserrat

Isak Andic, fundador de Mango, muerto en diciembre de 2024MANGO

La muerte del fundador de Mango, Isak Andic, ha dejado de parecer un trágico accidente de montaña para convertirse en un posible homicidio. Diez meses después del suceso y de cierres y reaperturas de la investigación, los Mossos d’Esquadra consideran al hijo del empresario catalán, Jonathan Andic, como sospechoso de la caída mortal ocurrida el 14 de diciembre de 2024 en las Cuevas del Salnitre, en Collbató (Barcelona), dentro del macizo de Montserrat. La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 5 de Martorell, se encuentra bajo secreto de sumario, según ha adelantado El País.

En los primeros compases del caso, la policía catalana trabajó con la hipótesis de que la muerte del empresario había sido un accidente de montaña. Aquella mañana de diciembre, padre e hijo realizaban una excursión por Montserrat cuando, de regreso, el fundador de Mango se precipitó por un barranco de más de cien metros. Sin testigos y sin aparentes signos de violencia, la jueza archivó provisionalmente la causa.

Sin embargo, El País detalla que los Mossos decidieron seguir indagando en las circunstancias de una muerte que no terminaba de encajar. Las declaraciones de Jonathan Andic, el único acompañante de su padre aquel día, despertaron dudas entre los investigadores. Algunas incongruencias entre sus versiones y los resultados de la inspección sobre el terreno llevaron a reabrir el caso. Desde entonces, la instrucción se centra en determinar si la caída de Andic fue fortuita o provocada.

Declaraciones contradictorias

Las pesquisas se apoyan en un conjunto de indicios y testimonios, aunque sin pruebas concluyentes. Según El País, la primera declaración de Jonathan Andic, tomada nada más producirse el accidente, en pleno estado de shock, fue errática; la segunda, más pausada, tampoco disipó las contradicciones en las que presuntamente había incurrido. Al parecer, las explicaciones sobre cómo se precipitó su padre al vacío por un barranco no coinciden con los datos recabados por los Mossos en la reconstrucción del suceso en Montserrat.

Otro testimonio relevante ha sido el de Estefanía Knuth, golfista profesional y pareja del empresario fallecido en los últimos años. Fuentes citadas por el diario explican que Knuth incidió en las malas relaciones entre padre e hijo y a tensiones en el seno familiar previas al suceso. Esas declaraciones, sumadas a las incongruencias detectadas en el discurso de Andic, han bastado para que la jueza decretara el secreto de las actuaciones y los Mossos reforzaran la línea de investigación por homicidio.

El entorno familiar ha optado por mantener la discreción y guardar silencio. Portavoces de la familia han señalado a El País que “la familia Andic no ha hecho ni hará comentarios en todos estos meses sobre el fallecimiento de Isak Andic. Eso sí, quiere mostrar su respeto con las diligencias que se han practicado al respecto y seguirá colaborando como hasta ahora, con las autoridades competentes. También está segura de que este proceso terminará lo antes posible y se demostrará la inocencia de Jonathan Andic”.

La muerte de Isak Andic supuso un golpe para el imperio textil que había levantado desde los años ochenta. Aunque hacía tiempo que se mantenía alejado de la gestión diaria, el empresario conservaba influencia en la estrategia a largo plazo de Mango. Tras su muerte, el consejo de administración del grupo textil nombró presidente a Toni Ruiz, hasta ahora el consejero delegado de la compañía, a quien Andic había permitido entrar en el capital con un 5%. Desde entonces, la familia ha reorganizado su estructura empresarial y se mantiene en un discreto segundo plano.

Diez meses después de aquella excursión en Montserrat, la investigación judicial sigue abierta. Los Mossos d’Esquadra trabajan para esclarecer si la caída que acabó con la vida del fundador de Mango fue un accidente o un crimen. El caso, todavía sin pruebas concluyentes, continúa bajo secreto y marcado por la incógnita.

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