Italia califica de "deplorable" la decisión de trasladar las dos orcas de la discordia a España
No es la primera vez que el Loro Parque de Tenerife recibe críticas.

El cierre de Marineland en Francia, el parque marino más grande de Europa, ha reavivado el debate sobre la gestión de sus animales en cautividad. Las orcas que quedan en el parque no serán trasladadas a un santuario natural, sino que acabaran en otro parque temático: el Loro Parque de Tenerife.
Según publica el medio Green Me, con la entrada en vigor de la nueva ley francesa que prohíbe los parques marinos a partir de 2026, el parque en cuestión "cesó sus actividades el 5 de enero". "Los conservacionistas esperaban que la orca Wikie y su hijo Keijo pudieran ser reubicados en un entorno más natural, como el santuario propuesto por Canadá, para dar a estos animales un espacio similar a su hábitat natural".
En este sentido, la transferencia al parque temático tinerfeño "ha desatado numerosas críticas". De hecho, el Proyecto Santuario de Ballena, que administra el santuario canadiense, "expresó una profunda decepción con la elección, enfatizando que las orcas finalmente tendrían la oportunidad de vivir en condiciones más adecuadas a su naturaleza".
"Expertos y biólogos han señalado que Loro Parque no ofrece el espacio ni las condiciones necesarias para garantizar un bienestar real a estos mamíferos marinos, obligados a vivir en tanques artificiales y realizar ejercicios para el público", reza la publicación.
Además, de acuerdo al medio, el parque tinerfeño "ya ha estado el centro de la polémica". "En el pasado, ha estado en el seno de acusaciones relacionadas con el trato de animales, con quejas que informaban de espacios limitados y condiciones de vida inadecuadas para criaturas acostumbradas a nadar cientos de kilómetros".
